Ironías

Ironías

El Día Mundial de la Alimentación, que se conmemora hoy, nos llega en momentos en que una buena parte de la humanidad es diezmada por el hambre, con expectativas de empeoramiento.

Para muchos, la definición de hambre se simplifica a poca o ninguna ingesta de alimentos, sin tomar en cuenta factores de contenido, calidad y balance de los componentes de la dieta.

En términos más realistas, la alimentación está llamada a ser garante de una nutrición adecuada, equilibrada y que contenga las proporciones correctas de nutrientes que se requieren en el crecimiento, desarrollo y condiciones de salud.

En estos tiempos, la nutrición adecuada es realmente un sueño para una proporción de habitantes del planeta mucho mayor que la que percibimos a simple vista.

-II-

La ciencia ha mejorado de manera sorprendente la capacidad para producir alimentos llegando, inclusive, a manipular genéticamente especies para adecuarlas a climas y terrenos, mejorar su productividad y hacerlas resistentes a plagas y enfermedades.

Sin embargo, las sociedades no han logrado que esos avances hagan más asequibles los alimentos para la población mundial, parte de la cual es exterminada por la falta de nutrición.

Para la epidermis de los gobiernos, todos, es urticante que se hable del hambre que hay en la población y cuando suelen hacer algo, se limitan a programas de subsidios de comida que no resuelven el problema de la malnutrición. Sus programas están enfocados hacia el aspecto aparente del hambre, que es el volumen en las vías digestivas, sin atender a balances y calidad para garantizar el buen funcionamiento y desarrollo del organismo.

Por eso, la geografía del hambre sigue siendo arrolladoramente expansiva e inclusiva.

-III-

Este Día Mundial de la Alimentación debería inspirar a organismos internacionales como  la FAO y el Fondo de Población de las Naciones Unidas y todas aquellas instancias que tienen que ver con los derechos humanos  para trabajar en el diseño de programas alimentarios realistas, dirigidos a mitigar no sólo el hambre volumétrica, sino fundamentalmente cualitativa y nutricional.

En el mundo hay poblaciones enteras malnutridas, aunque sorprendentemente el volumen de consumo per cápita indica que no padecen hambre cuantitativa. La mayor parte de las enfermedades en esas poblaciones obedecen más a problemas nutricionales y falta de desarrollo adecuado que a cualquier otra causa.

En este Día Internacional de la Nutrición, las condiciones nutricionales en el mundo entero están amenazadas por las condiciones de apremio económico, derivadas principalmente de las alzas petroleras. Está bien que se dedique un día a la nutrición, pero siempre que los gobiernos se ocupen de combatir la desnutrición los 364 días que le restan al año.

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