POR GUY DINMORE
En Washington
Las nuevas proposiciones para endurecer los controles sobre la exportación de productos de alta tecnología a China, se publicarán en los próximos días, pero el borrador más reciente ya provocó una respuesta negativa de Pekín y de la industria estadounidense, dijeron expertos este lunes.

Un boceto final de las restricciones planeadas, elaboradas y perfeccionadas durante los últimos dos años por el buró de industria y seguridad del Departamento de Comercio de EEUU, fue presentado al Ministerio de Comercio de China el viernes pasado. Una persona bien informada del comercio dijo que Pekín calificó la propuesta de “decepcionante”.

Se espera que la propuesta sea publicada en breve en el Registro Federal durante un periodo de 120 días para recibir comentarios públicos. Se espera que la industria norteamericana monte una intensa campaña como protesta, alegando que los competidores extranjeros no están limitados por las mismas restricciones sobre la transferencia de tecnología civil.

 “La propuesta será controvertida, potencialmente más que borradores anteriores, inaceptables por los chinos y la industria de EEUU y, si se pone en vigor, se considerará por muchos que logra muy poco para hacer avanzar la seguridad nacional de EEUU, o por los intereses de política exterior”, comentó Donald Weadon, un abogado de comercio relacionado con China.

Las restricciones reflejan una preocupación creciente entre los conservadores en el Pentágono y la Casa Blanca sobre la creciente capacidad militar y el gasto de China, que está siendo financiado en gran parte por contratistas privados, siguiendo el ejemplo de EEUU. David McCormick, subsecretario de Comercio para la industria y la seguridad de EEUU, defendió las propuestas después de una visita a Pekín en mayo, diciendo que equilibran la necesidad de restringir la modernización militar china con el apoyo a las compañías norteamericanas que compiten en el mercado chino por la tecnología civil.

Una copia del último borrador, obtenida por el Financial Times, contiene varios elementos controvertidos, que extienden la obligación de las partes que se consideran estén asistiendo al ejército chino, mientras que también amplían la definición de “asistencia”, con el significado de “contribución material” a las “capacidades militares” de China.

Las licencias que se requieren para las exportaciones estarán sujetas a normas más rigurosas de revisión. También establece una nueva autorización para “usuarios aprobados”.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION