Irritantes privilegios

Irritantes privilegios

Claudio Acosta.

Irritantes privilegios- Es verdad. El aumento de salarios que acaban de hacerse a sí mismos el alcalde del Distrito Nacional y los regidores de esa corporación edilicia, que oscila entre los 55 mil y los 90 mil pesos, constituye “una burla” a los munícipes de la ciudad de Santo Domingo, además de que está viciado de inconstitucionalidad debido a que la Carta Magna prohíbe, de manera expresa, legislar en beneficio propio. Pero también es verdad que los honorables diputados no son, pertinente es recordarlo, los más indicados para hacer esa clase de críticas y cuestionamientos al alcalde Roberto Salcedo y los regidores capitaleños, mucho menos cuando se habla de legislar en favor de sí mismos, práctica en la que, junto a los senadores, han sentado cátedras. ¿O no es precisamente eso lo que han estado haciendo durante años cuando se aumentan a su mejor conveniencia los salarios, dietas y viáticos, se asignan cofrecitos y barrilitos, exoneraciones de automóviles; o partidas graciosas de recursos públicos millonarios para beneficiar a su clientela política con regalos en el Día de las Madres o habichuelas con dulce en Semana Santa? Desde luego, ni el alcalde del Distrito Nacional, ni los regidores, y muchos menos senadores y diputados, deberían abusar de su condición de funcionarios electos auto asignándose privilegios irritantes, pero así funciona la democracia dominicana y así de poco respetan los políticos nuestra Constitución. ¿Y saben qué es lo peor de todo, lo que mas rabia da? Que los ciudadanos se lo permitimos, bien sea con nuestra indiferencia o votando por ellos cada cuatro años a pesar de que nos han demostrado, hasta la saciedad, que ni representan nuestros intereses ni les importan realmente nuestros problemas y necesidades.

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