Londres. La reina Isabel II de Inglaterra despidió hoy al presidente de China, Xi Jinping, en una ceremonia solemne en el palacio de Buckingham, donde el mandatario ha estado alojado durante su visita de Estado al Reino Unido. Acompañada de su esposo Felipe, duque de Edimburgo, la soberana, de 89 años, dijo adiós a Xi y a su esposa, Peng Liyuan, en la entrada principal del palacio de Buckingham, en el centro de Londres, donde la pareja se ha alojado tres noches a invitación de la jefa del Estado.
Tras despedirse de sus anfitriones, Xi y Peng, que llegaron a la capital británica el pasado lunes, se dirigieron a sus próximos compromisos, antes de poner fin mañana a una visita de Estado al Reino Unido en la que se han firmado acuerdos comerciales y de inversión en energía nuclear.
Está previsto que hoy visiten la sede londinense de la empresa de comunicaciones por satélite Inmarsat y que asistan a una conferencia del Instituto Confucio, el instituto cultural chino, en el University College London. Más tarde cenarán con el primer ministro, el conservador David Cameron, en su residencia oficial campestre en Chequers, a las afueras de Londres. Una portavoz de Cameron dijo que se espera que las conversaciones entre ambos, que ya se reunieron ayer en Downing Street, se centren “en asuntos internacionales».
Tras la reunión de ayer, el presidente de China anunció que Pekín invertirá 6.000 millones de libras (8.160 millones de euros) en la construcción de la primera planta nuclear en el Reino Unido en dos décadas, un proyecto conjunto con la francesa EDF que estará concluido en 2025. Cameron calificó de “histórico” el acuerdo, que cederá a la estatal china CGN una participación del 33,5 % en el estratégico reactor nuclear de Hinkley Point C, en el suroeste de Inglaterra, mientras que Xi aseguró que quiere llevar la relación con el Reino Unido “a nuevas alturas».
Durante su viaje a este país se han cerrado contratos comerciales bilaterales por valor de unos 30.000 millones de libras (40.800 millones de euros), según fuentes oficiales. La visita de Estado de Xi concluye mañana, cuando se prevé que visite la Universidad de Manchester, antes de partir a su país desde el aeropuerto de esa ciudad del norte de Inglaterra. Además de los lucrativos acuerdos, su estancia en el Reino Unido se ha visto marcada por las manifestaciones de opositores al régimen de Pekín y críticas a Cameron por no haber planteado con más firmeza la preocupación por el estado de los derechos humanos en China.