El Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (Isfodosu) hace camino al andar. Se enfoca en formar maestros del siglo XXI, y para ello lo primero que ha logrado es implementar un plan de estudio en el que sus estudiantes tienen que recibir ocho horas diarias de docencia.

Más que abundar sobre las críticas al sistema educativo nacional por lo mal parado que queda el país en los diversos estudios e investigaciones a nivel nacional e internacional, el rector del Isfodosu, doctor Julio Sánchez Maríñez, asegura que se hacen aportes para que esa institución sea la referencia del país en la formación de educadores en la educación superior.

El mandato principal de la entidad es formar a los nuevos docentes que requiere el sistema educativo en las áreas más necesarias y demandadas. Asimismo, dice que el otro objetivo es contribuir a la formación continua de los maestros. El Isfodosu forma en las licenciaturas en educación física, inicial y básica, y en posgrados y maestrías en la enseñanza de las matemáticas, lengua española, ciencias sociales y en gestión de centros educativos.

Además, desarrollan programas en el uso de tecnología como recursos y medios educativos. Para esos fines tienen alianzas con universidades locales y de España.

El Isfodosu ha graduado unos siete mil estudiantes de grado desde el 1997, cuando se inicia el proceso de conversión de esa institución en una entidad de educación superior. Además, han formado unos tres mil en posgrados, maestrías, diplomados y en habilitación docente.