El ministro de Educación, Roberto Fulcar, exhortó a los nuevos docentes a abrazar con amor, responsabilidad y ética la carrera docente y los felicitó por haber escogido como opción de vida la profesión más digna, trascendente y honorable como es la Educación.

Al pronunciar el discurso central de la graduación extraordinaria de Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU), donde fueron investidos 236 maestros y maestras, el ministro Roberto Fulcar dio la bienvenida e instó a los graduandos a “que se conviertan en modelo de educación para los niños y las niñas y que se capaciten y perfeccionen permanentemente”.

“Mis queridos graduandos, les quiero hablar con la responsabilidad que tengo como ministro de Educación y con la pasión que tengo por esta profesión que es la más linda, trascendente y la más honorable de todas. Les hablo con el corazón comprometido con ayudar a transformar nuestro país desde el espacio que nos toca, la educación. No pierdan nunca los valores que han aprendido ni negocien los principios que deben caracterizar a un buen educador, enamórense de lo que hacen”, expresó el ministro de Educación.

Fulcar Fulcar, que también preside la Junta de Directores del ISFODOSU, aconsejó a los graduandos que al hacer su juramento como maestros se comprometan con el derecho que tienen los estudiantes por su educación, y que procuren el éxito de los centros educativos donde impartirán docencia, ya que la conquista de un buen docente está en lo que pasa con su colectivo pedagógico.

Sostuvo que la educación es el arma más poderosa y, que, como docentes, ya la tienen en sus manos para formar seres humanos y construir una generación que supere la actual, motivando a los estudiantes en el interés del saber, conocer, investigar, preguntar, desarrollar el pensamiento crítico y llenarlos de valores.

“Todo lo bueno, lo hermoso y lo grande que queremos para nuestro país debe comenzar con la educación; por eso, ustedes que comienzan hoy esta nueva etapa de su vida, les digo que el papel que tenemos como educadores es, probablemente en toda la historia de la humanidad, el más trascendente porque es la escuela que tiene que convertirse hoy en el espacio para contribuir con las grandes transformaciones del país».

La rectora del ISFODOSU, Nurys del Carmen González, sostuvo que los nuevos egresados de este instituto están listos para la enseñanza, ya que han agotado más de 1,300 horas de prácticas docentes supervisadas en centros educativos y han sido formados de manera integral.

Explico que además de una sólida formación académica, los maestros son diplomados en tecnología educativa, inglés para docentes, así como en valores y neurótica, lo que hace que estén preparados para incorporarse la enseñanza escolar en el marco de la transformación educativa que lleva la actual gestión del Ministerio de Educación.

“Queridos graduandos, gracias a su esfuerzo y persistencia han alcanzado la meta. Reciban nuestras más sinceras felicitaciones por este gran logro, felicitaciones que extendemos a sus familiares, quienes hoy, con evidente orgullo, los ven convertirse en profesionales”, expresó González.

Los nuevos profesionales de la Educación egresaron de los recintos del ISFODOSU en Santo Domingo, Eugenio María de Hostos y Félix Evaristo Mejía; en San Pedro de Macorís, Juan Vicente Moscoso y en San Juan de la Maguana, Urania Montás, para un total de 113. A este grupo se suman los 123 graduados de los recintos de ISFODOSU en Santiago y Licey Al Medio, que fueron investidos el pasado martes 19.

Rafael Nin, graduado de honor, tuvo a su cargo el discurso en representación de los egresados, en el que resaltó la satisfacción que genera el haber cursado la carrera de Educación y agradeció a los educadores por inculcarle una formación con competencia y vocación como lo exige este siglo.

Además del ministro Fulcar y la rectora del INSFODOSU, el acto de investidura fue presidido por las vicerrectoras nacionales Rosa Kranwinkel, Andrea Paz, Milta Lora y Maritza Rodríguez, así como por los vicerrectores ejecutivos de los seis recintos.