El economista Isidoro Santana consideró  evidente que la economía ha entrado en una etapa recesiva.

Explicó que aunque no hay informe sobre la actividad económica de los últimos meses,  los indicadores económicos demuestran que estamos realmente en un momento recesivo de la mayor parte de las actividades.

Santana explicó que eso queda demostrado en  el hecho de que el crédito a la actividad económica no crece y  las recaudaciones físicas han venido disminuyendo, así como las diferentes fuentes económicas, las zonas francas y las remesas, que continúan disminuyendo. 

Santana consideró que en circunstancias como las actuales  el gobierno debe adoptar políticas internas  que contribuyan a reactivar la economía.  Expicó que  lo que el gobierno ha estado haciendo por vía de la política monetaria, que   es bajar las tasas de interés y flexibilizar los créditos, tiene importancia pero no es suficiente, porque la expectativa del país es que  no vale la pena endeudarse mucho cuando no hay garantía de que le van a encontrar salida a su producción, y eso es lo que mantiene deprimidas las actividades económicas.

Ante la situación de contracción económica, Santana dijo que la otra opción que tiene el gobierno es que, si quiere más dinero, no puede gastar más, porque algunos creen que no vale la pena el endeudamiento del gobierno para realizar más gastos.

 Explicó que hay poca  confianza de parte de la población en que    el gobierno va a gastar bien.

“Este gobierno se ha ganado muy mala fama; se duda que gastando más dinero se vaya a resolver el problema”, expresó.

Santana planteó que hay que esperar que el mismo monto de dinero que el gobierno tiene para gastar lo utilice de manera diferente, eliminando  gastos superfluos, para dedicarlos a actividades que tengan  un buen impacto en términos de empleos y de redinamización, como programas de reparación, reconstrucción y mantenimiento de infraestructuras. Para el economista, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) tiene razón al señalar  una parálisis económica, pues los  indicadores muestran que la economía no se mueve.