Isidrón ¡qué grande eres!

Isidrón ¡qué grande eres!

¿Es Isidro o Icidro?

Depende de donde venga. No lo sé. Deberé averiguarlo. ¿Es nombre propio, de pila? O ¿acaso un apelativo?

¡Vaya usted a saberlo.

Lo cierto es que lo encuentro en un anuncio clasificado. No lo esperaba, pero surgió. Todo el prospecto en mayúsculas. Es interesante, me dije. Además las dos palabras iniciales en negritas:

SE /RENTAN/ HABITACIONES PARA ESTUDIANT/E/ MUJERE/S/, CORREA /I/S/IDRON ENTRE CHURCHILL Y LINCOLN. INF: 809…

Periódico El Día, sección Clasificados, 6 de febrero del 2015, p. 37.

El material se transcribe con pocas puntuaciones, aunque dejan doble espacio entre una y otra palabra, suponemos para evitar empastelamientos o enlaces innecesarios entre ellas. Ni hablemos de acentuaciones o tildes, aunque parece que sólo el ejemplar /Isidrón podría llevarlo. Lo veremos más adelante. De todos modos, cuando tu reclamas ese signo o virgulilla, el compañero de labores, el estudiante replican: “La Real Academia ha dicho que las mayúsculas no se acentúan”.

Pero viene a ser que a tres siglos de su fundación (1713) la Real Academia de la Lengua nunca dijo eso. Sólo recientemente trató el tema, y dijo todo lo contrario.

Imagine usted un alumno de básica, que estudia un mapamundi y encuentra:

OCEANO PACIFICO – MAR INDICO.

El discípulo leerá: Pacif/i/co, quizás pacific/ó/ e /Í/ndico o Indic/ó/, en lugar de Pac/í/fico e /Í/ndico.

Se advierte que la persona que oferta esos alquileres en la “dirección indicada tiene limitaciones escolares.

Ni siquiera maneja correctamente el nombre de la calle donde – quizás – viva o sea propietaria del inmueble. Se destaca el desmanejo de la concordancia desde los primeros términos del anuncio:

“… habitaciones para estudiant/e/ mujer/es/…” /Estudiante/ funciona en este caso como adjetivo que modifica al sustantivo /mujeres/.

Esa construcción en el Clasificado atenta contra la sintaxis, puesto el adjetivo modificador estudiant/e/ se escribe en singular, mientras que el sustantivo o núcleo modificado se coloca en plural, mujer/es/, lo que constituye un solecismo gramatical.

Como una curiosidad señalamos que el inicio mismo recoge el anglicismo /Rentar/: Se /rentan/ habitaciones…

Hasta el inicio de la década de los sesenta fue persistente en el país el uso del verbo /alquilar/ o el sustantivo /alquiler/: Se alquila esta casa; alquilamos un apartamento; el alquiler vale tanto.

La penetración de /rentar/ se expandió a partir de la desaparición del régimen dictatorial cuando los viajes a Puerto Rico, Miami y Nueva York se hicieron masivos, y nos acogimos al calco “Fort Rent”; además, aclimatamos al infinitivo /rentar/ y sus otras formas de conjugación.

Cerremos. Isidrón se trata de un incremento al segundo apellido, anexándole la conjunción /y/, que en lugar de destacar entre ambos apellidos: Correa /y/ Cidrón, convertimos al último en Isidrón; cambiamos en la escritura la /c/ por una /s/, en asimilación de I/s/idro e Isidora.

¿Quién fue este ilustre varón?: Bernardo Correa y Cidrón nació en Santo Domingo en el 1757 y murió en Cuba en el 1837 Ingresó joven al Seminario, donde estudió derecho canónigo y derecho civil. Fue sacerdote, abogado y educador.

 

 

 

 

 

 

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