POR LEONORA RAMÍREZ S.
La isla artificial es un proyecto de desarrollo inmobiliario que costaría alrededor de US$450 millones y que ya tiene definido el uso suelo para evitar que se construyan edificaciones incompatibles, dijo el arquitecto Eulogio Santaella, uno de sus promotores. “Por los datos de prefactibilidad que la empresa Royal Haskoning estableció, la inversión ronda la cantidad señalada, tanto para crear el terreno como para la infraestructura de servicios,” dijo.

Santaella habló ayer en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.

La isla es un negocio inmobiliario para vender a inversionistas, por lo que la compañía Santo Domingo Redevelopment Limited no va a construir, sino que hará un de desarrollo inmobiliario para pasar esas áreas a  urbanizadores dominicanos y extranjeros, explicó el arquitecto Pedro Borrel, uno de los diseñadores de la obra, quien estimó que se podrían vender alrededor de 670,000 a 700,000 metros cuadrados.

Respecto a las obras colaterales del proyecto, Santaella explicó que Santo Domingo Redevelopment Limited y Nuovo Mundo 21 van a resolver los problemas del vertido de las aguas residuales de Santo Domingo en los cuatro kilómetros que forman el frente del proyecto de la isla artificial.

En ese sentido, dijo que esa obra de saneamiento será uno de los componentes más importantes.

La planta de tratamiento recibirá las aguas residuales del metro de Santo Domingo, según explicó José Antonio Rogel, representante técnico del Grupo Iberinsa, quien resaltó que el vertido llegará desde la avenida Alma Mater y desembocará a la planta de tratamiento, por lo que a la laguna interna de la isla no caerán esos residuos.

Los desagües procedentes de los principales puntos de recolección se van a recoger para llevarlos a la planta de tratamiento, así como los vertidos pluviales, y se van a dirigir a la parte sur del nuevo malecón, explicó el experto.

 “Al malecón llegan todas las aguas negras provenientes de la zona sur de Santo Domingo, de la zona colonial y del propio malecón. Se trata de contaminantes químicos y bacteriológicos que se deben tratar para controlar la contaminación,” refirió Rogel.

VUELTA AL PASADO

Respecto a ese proyecto de saneamiento, de manera retrospectiva Santaella explicó que hace más de 20 años el ayuntamiento del Distrito Nacional quiso hacer una zona playera en Santo Domingo, entendiendo en aquel entonces que el futuro turístico de la República Dominicana estaba en la capital.

“En ese entonces el síndico era el fenecido José Francisco Peña Gómez, quien se puso en contacto con su amigo José Brisola, quien era el alcalde de Río de Janeiro, Brasil, y a quien le pidió asistencia para crear en Santo Domingo una zona parecida a la playa de Ipanema.

“Brisola envió a miembros del Instituto Brasileño de Administración Municipal, entidad que llevó a cabo un estudio para intentar hacer una réplica de Ipanema en Santo Domingo. Pero el factor limitante para su materialización fue el costo del saneamiento de las aguas, que era mayor que la preparación de las playas”, dijo.

AGUA Y ELECTRICIDAD

La isla artificial se interconectará a las redes del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) pero también se contempla proveerla de plantas desalinizadoras para los períodos de crisis, dijo Santaella.

Asimismo, refirió que para el servicio de energía eléctrica hay varias posibilidades, entre estas autogeneración, interconexión con la red nacional o con un suministro de parte de suplidores ubicados en la zona del río Ozama, y otros suplidores internacionales se han acercado con  el interés de instalar plantas en la isla.

“Pero todavía no hay nada concreto, la isla prevé tener un suministro confiable, las 24 horas, y con precios competitivos”.

Sobre la posición de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES) sobre el proyecto, manifestó que lo presentaron a la directiva de la misma, la cual fue muy benevolente.

“Aunque no emitió juicio definitivo, en principio lo apoyaban. Y respecto a los hoteles ubicados en el malecón, tengo la experiencia de haber conversado con algunos propietarios que mostraron su complacencia”.

En ese aspecto Borrel precisó que el proyecto de la isla artificial incluye un área verde frente a los hoteles, que tendrá acceso por un puente peatonal, y la cual tendrá un centro de convenciones, habrá una playa frente a las instalaciones de los mismos.