Isla Artificial y Turismo

Isla Artificial y Turismo

MARINA GINEBRA DE BONNELLY
Tanto se ha escrito, a favor y en contra, sobre la Isla Artificial de tres kilómetros de largo que se quiere construir en el Mar Caribe frente a nuestro Malecón, específicamente entre la Calle Cambronal y la Abraham Lincoln de esta capital, cuya inversión ascendería a 337.5 millones de euros.

Me he puesto a pensar que es indudable que por sus características, de acuerdo a los promotores, beneficiará la industria turística, pues se generarían actividades que dinamizarían el consumo de una amplia variedad de bienes y servicios, cuya resultante económica sería incalculable en beneficio de la comunidad nacional. No obstante, se me ha creado la duda de si a largo plazo no se revertirían estos «beneficios» y fueran más dañinos que beneficiosos en cuanto al impacto ecológico que se derive. Estas dudas me han puesto a investigar todo lo que puede haberse escrito sobre las experiencias de otros países con Islas Artificiales y puedo decir que los resultados, para mi asombro, han sido tan interesantes, complejos y delicados que espero que realmente los promotores de esta idea hayan investigado minuciosamente todo lo que concierne a la conservación del medio ambiente y los cambios que esta obra pudiera ocasionar al litoral marino en contra de generaciones futuras de esta Ciudad de Santo Domingo.

Me permito mencionar en primer plano al Aeropuerto Internacional de Kansai, en el Japón. Fue construido en una isla artificial mar adentro, con el propósito de disponer de espacio suficiente y evitar la contaminación. Su construcción necesitó 150 millones de metros cúbicos de tierra, prevé una cimentación capaz de absorber los movimientos del subsuelo y de hacerlos compatible con la estabilidad necesaria para las funciones de un aeropuerto, siendo esto una gran muestra de cómo el ingenio del hombre hace realidad lo imaginable. Su construcción duró 7 años y actualmente recibe 50,000 aviones por año. Un dato curioso es que este aeropuerto, junto a la Gran Muralla China, son las únicas dos obras hechas por el hombre que se pueden divisar desde el espacio. Pero no obstante haber sido el aeropuerto más caro del mundo, su sólida estructura no ha impedido que se esté hundiendo en el mar, según publicación reciente del periódico japonés, Japan Times. Los constructores ya previeron que el aeropuerto iría descendiendo con el tiempo, calcularon 11.5 metros en 50 años. Sin embargo, desde su construcción en 1994 ya ha descendido los 11.5 metros previstos para 50 años y amenaza con perder la estabilidad. Parece ser de acuerdo a la prensa japonesa, que el problema estaría en los cimientos, que habrían amasado con más arena y menos roca de lo conveniente.

Así también puede leer sobre el gran proyecto de islas artificiales en Dubai, Emiratos Arabes Unidos. Dos islas gemelas que comenzaron su construcción en el año 2001 para ser finalizadas en este año, con un costo aproximado de 1,200 millones de euros. Estas están formadas por 100 millones de metros cúbicos de roca y arena. Se llaman de Palm, Jumeirah y Palm Jebal Ali; tendrán hoteles de lujos, villas residenciales, apartamentos, marinas, restaurantes, etc. En otras palabras fueron construidas para ser desarrolladas turísticamente. Pero las consecuencias en el medio ambiente han sido desastrosas. Las Islas han creado tales estragos que las corrientes marinas se han alterado, la vida marina ha desaparecido, y las playas se están erosionando y el fondo del mar circundante a varias millas a la redonda se ha convertido en una sola capa gruesa de lodo. Según los biólogos marinos algunos de estos daños ambientales son reparables.

Igualmente puedo seguir enumerando otras islas artificiales tales como The World, 300 islas que están emergiendo de las aguas del Golfo Pérsico (estas son de los petrodólares), empezaron el 2003 y se terminarán en el 2006, y a la fecha las consecuencias en el medio ambiente han sido desastrosas.

Pero es justo también enumerar ciudades que han aprovechado sus mares positivamente a través de sus puertos y han realizado inversiones que han potenciado enormemente su turismo, tales como Barcelona, San Juan, Puerto Rico (uno de los puertos más activos en cuanto a cruceros se refiere), etc.

He leído que los estudios realizados sobre la isla artificial en el malecón contemplan, entre otras cosas, beneficios inmediatos por US$200 millones que el gobierno recibirá por los acuerdos establecidos, generación de aproximadamente 20,000 empleos, hermoseamiento y saneamiento del malecón, etc. Me preocupa, sin embargo, que dichos estudios puedan no incluir cómo preservar los recursos naturales del mar para las generaciones futuras, como mantener la biodiversidad y como evitar cambios ecológicos irreversibles.

Puesto que no he visto ningún comentario en ninguno de los escritos publicados sobre el acuerdo de la Isla Artificial, sería importante conocer si se ha tenido en cuenta lo que establece la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, como por ejemplo «la utilización equitativa y eficiente de los recursos marítimos, el estudio, la protección y la preservación del medio marino y por supuesto la conservación de sus recursos vivos». Así porque en esta Isla Artificial tendrá su puerto marítimo y si la misma, que será dentro de los límites de nuestro mar territorial. Me pregunto de quién será la responsabilidad de salvaguardar todo lo que dice la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho de Mar. Ojalá este aspecto sea claramente definido y así estaremos aún más documentados.

El Mar Caribe, según pude leer, está rodeado en un 90 por ciento por masas terrestres insulares continentales. Su biodiversidad es única y sus ecosistemas son altamente frágiles, incluyendo el segundo sistema de barreras coralinas más grande del mundo.

Con esto doy fin a este artículo sin saber todavía si vale la pena o no construir esta isla artificial.

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