Hoy 
POR CLARA SILVESTRE
El trayecto se hace fascinante. A medida que se deja la costa, la vista se recrea y el espíritu encuentra su mejor momento, mientras se hace contacto con el aire limpio, el mar, la tibieza del sol, y se hace inevitable la sensación de cercanía con el cielo.
Solamente 45 minutos separa el puerto de La Romana, punto de abordaje dispuesto, de la isla Catalina, tomando en cuenta que en media hora se llega al área donde se pueden observar los corales y área de snorkel, y luego quince minutos más toma para poder descender.
La idea de llegar a tierra firme despierta el espíritu menos aventurero, irse acercándose a la extensa masa de arena blanca que bordea la isla hace surgir otras sensaciones. Y esto, a la par de la barrera coralina que la bordea, convierte la isla en un paraíso encantado del trópico.
La Isla Catalina se constituye en escenario perfecto para la práctica de los deportes acuáticos, además de los visitantes que normalmente acuden, en busca de un kilómetro de playa completo que se ha dispuesto para el disfrute de un entorno tropical.
Está formada por una porción de tierra, conformada por tres terrazas superpuestas, una a 20 metros sobre el nivel del mar, otra a 10 metros de ese nivel y una tercera y más grande que cubre todo su contorno, que en total suman 15 kilómetros cuadrados.
La Isla Catalina es sinónimo de playa y sol, y los turistas aprovechan básicamente sus arenas perfectamente elaboradas, agua de temperatura óptima, un mar para todos los deportes acuáticos, todos los colores del universo tropical y alternativas de aislamiento para una sublime comunicación con el entorno.
En la isla no existe una estructura arquitectónica para viviendas, sólo se encuentran unas casitas dispuestas para la venta de artesanía taína básicamente.
La excursión fue realizada obedeciendo al interés de Reef Check, organización internacional de medio ambiente, que busca en primer orden educar al público sobre la crisis de los arrecifes, realizar el monitoreo que revele su estado y realizar acciones concretas a favor de su protección y promoción, entre otros. Rubén E. Torres, coordinador nacional de Reef Check, es biólogo marino de profesión y amante y conocedor de arrecifes y corales. La logística del viaje y organización estuvo a cargo de Desde el Medio Tours, junto al patrocinio de Red Bull.
Alexander Gómez, director de operaciones y encargado de Excursiones de Desde el Medio Tours, informa que la empresa operadora turística, mantiene un calendario de excursiones hacia la Isla Catalina, especialmente dirigido al mercado local, debido a que su interés se encuentra en incentivar a los dominicanos hacia el ecoturismo, a fin de que descubran los maravillosos lugares que se encuentran en la República Dominicana.
Específicamente en lo que respecta a la isla Catalina, explicó que uno de los mayores atractivos de la misma está centrado en el disfrute de los corales que se aproximan a la isla, convirtiéndola en punto inigualable para el buceo.
