Isla Saona, completamente natural

Isla Saona, completamente natural

POR FÁTIMA ALVAREZ
La más grande de las islas cercanas a la República Dominicana, Saona se encuentra en el Parque del Este, en el extremo suroriental del país. Como parte de este Parque Nacional, la isla cuenta con el encanto de ser un espacio natural en condiciones casi vírgenes.

Esto, unido al hecho de que Saona está cercana a varios de los complejos turísticos más importantes del país, permite que el turista sensible y de poder adquisitivo disfrute del lujo y confort que ofrecen los hoteles de Bayahíbe, Bávaro y Punta Cana, al mismo tiempo que de la condición de zona virgen, de sus enormes áreas boscosas copadas de caoba, cedro y copey, de sus altos cocoteros que acarician el cielo y de sus tibias aguas que invitan al baño.

Fue descubierta el 15 de septiembre de 1494 por Cristóbal Colón, quien le puso el nombre de Savonesa en honor al marinero Savones Michele de Cuneo, quien avistó la isla.

Los aborígenes la llamaban Adamanay, y fue refugio del cacique Cotubanamá, tras las persecusiones de la que fue objeto tras la matanza de Higuey, en el siglo XVI.

Sus más de cien kilómetros de playas solitarias, arenas finas y aguas cristalinas de poca profundidad, además de su grata temperatura y sus más de 13 horas diarias de sol, hacen de Saona un atractivo irresistible para los turistas.

Dos pequeñas poblaciones conviven en Saona: Mano Juan y Catuano. El primero, es un pueblo de pescadores de singular belleza, con sus casitas de madera en diferentes colores, alineadas de forma graciosa frente a la playa. Catuano, ubicado en el otro extremo de la isla, es básicamente un área militar donde tiene sede un destacamento de la Marina de Guerra.

Uno de los encantos de Saona es que sólo puede accederse a ella a través del mar, ya sea desde La Romana o desde Bayahíbe. Las zonas cavernosas sirven perfectamente para reconocer la presencia de taínos, o sus fondos coralinos, que son ideales para el buceo y cría de peces y mariscos.

La isla Saona cuenta con una playa llamada Palmilla, considerada como una piscina natural, que es en realidad una pequeña laguna de agua cristalina, ubicada en medio del mar y desde cuyo fondo se pueden apreciar especies marinas, como la estrella de mar y aves como el flamenco.

FAUNA Y FLORA

Más de cien especies de aves, entre las que se encuentran cotorra, cuervo, zumbador, pájaro bobo, guaraguao, carpintero, cigüita, pelícano y tijereta se unen en un santuario. Ocho especies de aves son endémicas de la isla. Otros animales que se pueden observar en la isla son: la tortuga carey, el manatí, solenodonte, delfín, jutía y murciélagos. 11 especies marinas son endémicas del área del Caribe, entre las que destacan el manatí, en peligro de extinción, y el delfín.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas