El embajador de Gran Bretaña en la República Dominicana, Steve Fisher, consideró ayer que el caso de las islas Malvinas, cuya posesión se disputa con Argentina, se trata de un asunto del principio de autodeterminación de los pueblos.
Recordó que esos territorios nunca fueron parte de Argentina y fueron colonizados por Gran Bretaña, 50 años antes de la independencia de ese país suramericano.
Recordó que cuando llegaron los británicos no había población indígena en las islas.
Fisher apuntó que la autodeterminación de los pueblos es un principio fundamental en relaciones internacionales.
Recordó que los habitantes en las islas Malvinas, que hablan inglés, han sido muy claros en sus deseos de permanecer como británicos.
Expresó que si ellos piden cambiar su estatus, cualquier gobierno británico, está en disposición de establecer un diálogo.
Sin embargo, aseguró que el 99% de los habitantes ha respondido que quiere mantener su estatus actual.
Lamentó que para Argentina, país con el cual Gran Bretaña tiene buenas relaciones comerciales, el asunto de las islas Malvinas se haya convertido en algo problemático.
Gran Bretaña lo que quiere solamente es que los isleños puedan vivir en paz, decidiendo su propio futuro y entre Argentina y Gran Bretaña las mejores relaciones posibles, dijo.
Caso Assange. Con relación al caso del ciudadano sueco Julian Assange, quien se encuentra asilado en la embajada de Ecuador en Gran Bretaña luego que se determinara su extradición a Suecia, Fisher declaró que en ningún momento su país ha hecho una amenaza contra la embajada del país suramericano.
Indicó que Julian Assange agotó todo los recursos legales existentes en Gran Bretaña ante el pedido de extradición, hasta llegar a una sentencia definitiva de la Suprema Corte de Justicia británica.
Afirmó que Assange se encuentra refugiado en la embajada ecuatoriana para no cumplir con un mandato legal.
Apuntó que Gran Bretaña se encuentra actualmente en violación de sus compromisos legales locales e internacionales, ya que no puede ejecutar la sentencia ni dar cumplimiento a la orden de captura europea para extraditar a Assange.
Fisher afirmó que su país está comprometido en la búsqueda de una solución diplomática y que en los últimos meses ha tenido conversaciones con el gobierno ecuatoriano para una solución amigable.