Buenos Aires.- El comunicador cubano Ismael Cala presenta hoy en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires su trabajo “El analfabeto emocional”, una guía basada en su historia personal que promueve la autorreflexión para lograr erradicar los sentimientos tóxicos y llegar así a la “verdadera felicidad».
“Yo he sido un analfabeto emocional”, confesó Cala en una entrevista con Efe en la que reveló que durante muchos años vivió cargado con una “mochila” de remordimientos, resentimientos y emociones tóxicas, sensaciones que ha logrado controlar gracias a un proceso de estudio de sí mismo en el que lleva trabajando 15 años. Aunque admitió que hay ocasiones en las que no consigue zafarse de estos fantasmas emocionales, por lo general, siente que ha desarrollado un estado “de conciencia” y de alerta con el que los ha podido “purgar».
Todo ello lo aborda en el libro que presentará esta tarde en la feria de las letras porteña, “El analfabeto emocional”, una combinación de su testimonio personal con investigaciones y estadísticas relacionadas con la psicología que busca convertirse en una llamada a las sociedades de todo el mundo para que incluyan en los sistemas educativos formales una asignatura sobre la inteligencia emocional. “Mi interés es levantar esa polvareda y que la gente diga, tanto como se enseña a leer y escribir- vamos a alfabetizar a los niños para que puedan manejar sus emociones y su vida”, aseveró.
Para el periodista cubano, lo primero que debe hacer una persona para huir del analfabetismo emocional es “estar abierta” a la autorreflexión, lo que implica indagar en sus propias creencias, educación y entorno familiar e, incluso, político y social. En este sentido, hizo hincapié en que cada persona valora lo que le ocurre con base en su contexto particular y a esa “domesticación» que ha sufrido a lo largo de su vida que le ha obligado a “pensar dentro de la caja” y a ofrecer una “respuesta única” a cada interrogante cuando puede haber “múltiples” salidas de una misma problemática.