En medio de la conmoción por la muerte del prospecto de béisbol Ismael Ureña, Yordy Cabrera, director de la academia donde entrenaba el joven, se desligó categóricamente de las acusaciones que lo señalan como responsable de administrarle sustancias.
Cabrera calificó de falsas las afirmaciones que lo vinculan con la inyección de un esteroide supuestamente destinado a uso veterinario.
«Yo no tengo nada en absoluto que ver con eso donde dicen que yo supuestamente le he inyectado sustancia de veterinario de caballo al joven fallecido», declaró Cabrera en un video.
«Lamento mucho que haya sucedido porque yo soy padre, tengo mi familia, tengo mis hijos, y aunque tal vez no sienta el dolor de perder un hijo, sé que es muy grande porque sé lo que es perder un ser querido», añadió.
El director resaltó su compromiso con la transparencia en su academia, asegurando que mantiene una relación cercana y abierta con los padres de los jugadores.
“Hacemos reuniones constantes con los padres, hablamos abiertamente y todo queda registrado. En mis 14 años de carrera, mi trabajo ha sido limpio y dedicado a formar jóvenes atletas que han conseguido oportunidades laborales en el béisbol profesional”.
Además, Cabrera mencionó que todos los jugadores de su academia fueron sometidos a pruebas de dopaje antes de participar en una liga de verano de la MLB, subrayando que todos los resultados están documentados.
Sobre las acusaciones de amenazas hacia los familiares de Ureña, Cabrera fue enfático en negar cualquier implicación y expresó que, lejos de realizar dichas acciones, ha sido víctima de extorsiones relacionadas con este caso.
«He recibido varias extorsiones que desencadenaron estas acusaciones. Tengo pruebas suficientes para demostrar que soy completamente inocente de lo que se me acusa. Mi nombre está limpio, tanto en el mundo del béisbol como en la vida misma».
La investigación sigue en curso, mientras la comunidad exige justicia y claridad sobre los hechos.