Definitivamente, la extrema seguridad fue lo que más llamó la atención del evento, aun cuando no es de sorprender, viniendo de un país en donde las medidas de protección nunca son suficientes.

Los invitados debieron pasar por diversos “procesos”, pero cuando al fin pisaron la alfombra roja y llegaron hasta la línea de recibo todo se olvidó, pues la sonrisa franca de Yoav Bar On, embajador de Israel, tenía un efecto desestresante.

Él estaba de pie, saludando en perfecto español a quienes iban llegando, y con tales gestos de cortesía, que se rompía el exceso de protocolo diplomático.

Era la celebración del 56 Aniversario de la Independencia de Israel en el Museo de las Casas Reales, lugar que albergó en su colonial entorno, a embajadores de diferentes naciones y otras importantes figuras de la sociedad dominicana.

La actividad se inició con las palabras del anfitrión, quien tras dar la bienvenida a los presentes comenzó su discurso recordando las batallas y guerras que han sucedido a su independencia, así como otros acontecimientos importantes de la historia judía.

Habló sobre las relaciones que han sostenido con sus vecinos palestinos y de cómo, hoy por hoy, el enfoque predominante entre ellos es revisionista.

“Se pretende delimitar y marginar los beneficios de paz, poniendo en tela de juicio las posibilidades de cooperación y convirtiendo una paz verdadera y creíble en algo remoto e inalcanzable”, sostuvo con visible consternación.

Sobre los proyectos de inversión y tecnología israelí en República Dominicana, mencionó la reestructuración del Acueducto de Santo Domingo y otro inclinado al área agropecuaria.

“Es mi deseo que en este espíritu de cooperación mutua se profundice aún más la amistad entre nuestros pueblos, compartiendo la fe que tanto Israel como República Dominicana tienen en la capacidad del ser humano, la posibilidad de encontrar soluciones constructivas a los múltiples problemas de nuestra época”, concluyó.

Entre los platos que se sirvieron durante la celebración, están canapés de espárragos, serpentinas de salmón ahumado, hongos marinados, mini pitas con falafel, bastoncitos de mero con crema y quiches de queso, champiñón y cebolla.