JERUSALEN (AFP).- Israel recibió sin mayor entusiasmo una propuesta siria para reanudar sus negociaciones, ya que la perspectiva enunciada no parece interesar al primer ministro israelí Ariel Sharon, en momentos en que Damasco está siendo sometido a crecientes presiones por parte de los estadounidenses.

«Es algo que considero muy positivo, pero no basta sólo con hablar», declaró el jefe de la diplomacia israelí, Sylvan Shalom, en Nápoles (sur de Italia) en reacción a la proposición hecha del presidente sirio, Bachar Al-Assad.

«Queremos ver si los sirios se interesan realmente en activar el proceso de paz y si ponen término al terrorismo y a la violencia que viene desde su territorio», agregó Shalom.

«Si cierran los campos de entrenamiento de los extremistas; si detienen los cargamentos que envían al Hezbola a través del aeropuerto de Damasco, y si desean retomar las negociaciones con Israel sin condición previa, naturalmente que tomaremos de manera muy seria ese ofrecimiento», señaló Shalom a la prensa.

Según el diario israelí Maariv, Israel rechazó recientemente una proposición siria de garantizar un alto el fuego en su frontera con Líbano. El ofrecimiento habría sido transmitido «por una tercera parte» conocida a nivel internacional por sus lazos estrechos con Siria.

Según la proposición, Israel se habría comprometido a parar los sobrevuelos de su aviación militar sobre el Líbano sur y sus actividades militares en su frontera norte. A cambio de ello, Damasco garantizaría la suspesión de las operaciones anti-israelíes del Hezbolá chiíta libanés y aseguraría el mantenimiento de la calma en las alturas del Golán, ocupado por Israel desde 1967.

En una declaración al diario New York Times, Bachar Al-Assad pidió a Estados Unidos apoyar una reanudación del diálogo entre Siria e Israel para conseguir una normalización de las relaciones entre los dos países.

Afirmó que un diálogo como ése, si no viene acompañado de condiciones previas, podría llevar a establecer relaciones normales con Israel.

«El término de normalización no impone ningún límite: significa relaciones equivalentes a las que existen entre Siria y Estados Unidos», dijo.

Para el analista israelí Shlomo Brom, del Centro Jaffee para los estudios estratégicos, el ofrecimiento sirio está destinado a atenuar las presiones norteamericans sobre su país, acusado de apoyar el terrorismo.

El presidente norteamericano George W. Bush debería firmar próximamente una ley que impone sanciones a Siria, votada el 11 de noviembre por el Congreso estadounidense.