JERUSALEN (AP).- El gabinete israelí tomó ayer domingo dos históricas decisiones que podrían definir las futuras fronteras del estado judío: aprobó definitivamente la retirada de la Franja de Gaza y de partes de la Margen Occidental, y la modificación de la barrera defensiva de tal manera que se acerque más al límite internacional con los territorios palestinos.

   El gabinete primero dio la aprobación definitiva al plan de retirada de la Franja de Gaza y de cuatro asentamientos judíos en la Margen Occidental, la primera vez que un gobierno israelí decide desmantelar asentamientos judíos en zonas reclamadas por los palestinos para un futuro estado.

   La votación fue de 17 votos a favor y cinco en contra. Los enemigos del plan querían que fuera sometido a un referéndum nacional.

   Horas después, el gabinete aprobó la ruta definitiva que seguirá la barrera defensiva que está construyendo en la Margen Occidental para evitar la entrada de atacantes palestinos.

   Algunos opositores han denunciado que la barrera es el plano de una frontera final entre Israel y un futuro estado palestino.

   La modificación de la barrera se realizó a fin de evitar excesivos inconvenientes a los residentes palestinos. Pero aun así la valla podría incorporar a Israel más de un 6% de la Cisjordania, alrededor de una tercera parte de la tierra que habría sido tomada en un proyecto previo que fue rechazado por la Corte Suprema israelí.

   Luego, Sharon declaró: Israel ha tomado un paso que será decisivo para su futuro… el paso correcto para asegurarse que seguirá siendo un estado judío y democrático»».

   En un encuentro con líderes judíos estadounidenses, el primer ministro añadió que Israel está dispuesto a tomar «dolorosas medidas … a fin de alcanzar la paz»».

   Con las dos votaciones del domingo, el gobierno del primer ministro Ariel Sharon comenzó a trazar la frontera final con los palestinos de manera unilateral, algo que ninguno de sus predecesores había intentado desde que Israel capturó la Cisjordania, la Franja de Gaza y el este de Jerusalén en la llamada Guerra de los Seis Días de 1967.

   También el domingo, Sharon firmó una orden para que todos los asentamientos judíos en la Franja de Gaza y el norte de la Margen Occidental sean evacuados para el 20 de julio.

   Un comunicado del despacho del primer ministro informa que los israelíes que se nieguen a dejar esas zonas en esa fecha podrán ser desalojados por la fuerza.

   «Se ha fijado el 20 de julio como la fecha de la evacuación»», dice el comunicado.

   Sharon, previamente uno de los adalides de los colonos, dijo a los ministros que «no es un día fácil, y tampoco una jornada feliz»», pero que la retirada es vital para la seguridad israelí.

   Los palestinos se mostraron reacios ante la actitud de Sharon de decidir por su cuenta, pero dijeron carecer de fuerza para frenar sus planes.

   «Israel está creando hechos en el terreno en la Margen Occidental»», dijo la legisladora palestina Hanan Ashrawi. «Sharon quiere resarcirse en la Cisjordania por retirarse de Gaza, particularmente en Jerusalén»», añadió.

   La retirada de Gaza obtuvo la aprobación de 17 ministros, entre ellos ocho del moderado partido Laborista. Entre tanto, cinco ministros del partido Likud al que pertenece Sharon se opusieron al plan.

   «Se trata de una decisión histórica, pero enfrentamos un período muy difícil»», dijo la ministra de Justicia Tzipi Livni al aludir a la votación del domingo y al temor de enfrentamientos con colonos judíos durante la retirada.