MUNICH, Alemania. AP.  El ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, reconoció indirectamente ayer, domingo, que su país fue el autor de un reciente ataque aéreo en Siria, aunque se abstuvo de presentar una admisión oficial, mientras el presidente sirio, Bashar Assad, afirmó que estaba dispuesto a enfrentar cualquier agresión.  

 En una relevante conferencia sobre seguridad en Alemania, Barak afirmó que las amenazas israelíes de tomar acciones preventivas contra sus enemigos no son palabras vacías. “Lo decimos en serio”, dijo. Este fue el primer comentario público de un funcionario del gobierno israelí sobre el ataque del miércoles. 

  Israel sigue sin reconocer oficialmente que sus cazas atacaron el miércoles un lugar cerca de la capital siria de Damasco donde había misiles tierra-aire que al parecer eran llevados al Líbano. Durante los 22 meses de la guerra civil en Siria, las autoridades israelíes han expresado varias veces el temor de que armas de gran capacidad destructiva lleguen a manos del poderoso grupo libanés Jezbolá. 

  Durante años, el gobierno israelí ha acusado que el presidente Assad e Irán han estado armando a sus enemigos de Jezbolá, que tuvo una guerra de un mes contra Israel en 2006.