CIUDAD DE GAZA, Franja de Gaza (AP).– Fuerzas israelíes ingresaron en el sur de Gaza, y aviones atacaron tres puentes y una estación eléctrica, lo que dejó en tinieblas a buena parte de la franja costera, la madrugada del miércoles. Los ataques buscan intensificar la presión sobre los milicianos palestinos que retienen cautivo a un soldado israelí de 19 años. Sin embargo, ese grupo armado advirtió que matará a otro rehén, un colono judío, si no cesa la ofensiva.

Las fuerzas israelíes comenzaron a tomar posiciones en dos lugares al oriente de la población de Rafa, Gaza, apoyadas por numerosos disparos realizados desde tanques, dijeron testigos y funcionarios palestinos de seguridad.

Los palestinos se parapetaron detrás de muros y montones de arena, y se preparaban para una ofensiva israelí de gran envergadura.

Los ataques ocurrieron en medio de los esfuerzos diplomáticos en el mundo árabe y en las Naciones Unidas por poner fin a la nueva oleada de violencia. La secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice instó a Israel a «dar una oportunidad a la diplomacia’’.  En un intento por mitigar la tensión, negociadores del movimiento gobernante Hamas dijeron el martes que habían aceptado un documento que reconoce implícitamente a Israel. Sin embargo, dos dirigentes de Hamas con sede en Siria negaron que se haya alcanzado un acuerdo definitivo.

Israel advirtió que sólo la liberación del soldado cautivo Guilad Shalit y no un acuerdo político podría resolver la crisis.

En un comunicado, los militares israelíes informaron que el objeto de los ataques contra los puentes, la noche del martes y la madrugada del miércoles, fue «impedir que los terroristas trasladen al soldado secuestrado’’. El derribo de los puentes dejó prácticamente dividida en dos partes a la Franja de Gaza, dijeron funcionarios palestinos.

Las tres turbinas y un depósito de gasolina en la estación eléctrica se incendiaron por el ataque y los bomberos no podían controlar las llamas.

El ataque agravó la posibilidad de una crisis humanitaria en Gaza, donde las bombas que suministran agua operan mediante electricidad. Parte del suministro eléctrico en la Ciudad de Gaza se restableció utilizando electricidad provista por Israel en el norte del territorio.

Numerosos milicianos embozados de varias facciones armadas tomaron posiciones defensivas alrededor de la Ciudad de Gaza y ordenaron que los automovilistas apagaran las luces de sus vehículos.

Oficiales israelíes dijeron que el primer ministro Ehud Olmert aprobó una «operación limitada’’ en el sur de Gaza, en busca de destruir «infraestructura terrorista’’. Las fuentes solicitaron permanecer en el anonimato, pues no tienen autorización para hablar con la prensa.

Fuerzas palestinas de seguridad informaron que los tanques israelíes se desplazaban cerca de la aldea israelí de Nahal Oz, a las afueras de Gaza, pero no habían ingresado aún en el territorio. Un reportero de The Associated Press vio que algunos tanques se movilizaban en el lado israelí de la frontera.

Algunos efectivos israelíes cruzaron hacia el sur de Gaza, cerca del lugar donde los milicianos perpetraron el ataque del domingo, que derivó en el secuestro de Shalit. No estaba claro de inmediato cuántos soldados ingresaron a Gaza, aunque el ejército confirmó que sus efectivos cruzaban la frontera.

No hubo reportes de víctimas por los ataques israelíes.

La televisión palestina mostró imágenes del primer puente derribado. Varios niños caminaban entre los escombros.

El secuestro de Shalit, realizado el domingo por el ala militar de Hamas y dos grupos vinculados a esa milicia, ha amenazado con deteriorar a un estado de guerra las relaciones entre Israel y el gobierno encabezado por Hamas, que tomó el control de la Autoridad Palestina tras ganar las elecciones parlamentarias en enero.

Hamas ha enfrentado presiones internacionales para renunciar a la violencia y reconocer el derecho de Israel a existir.

La situación se complicó aun más por una nueva aseveración de los Comités de Resistencia Popular de Hamas (CRP), uno de los tres grupos que realizó el ataque del domingo, el cual señaló que había secuestrado también a un colono judío en Cisjordania.

El portavoz policial Micky Rosenfeld dijo que las autoridades tomaban «muy en serio’’ el reporte. Oficiales señalaron que había «temores crecientes’’ de que la afirmación fuera cierta.

Tras los ataques israelíes, los CRP advirtieron que matarán al rehén si no cesa esa ofensiva. «Se nos agota la paciencia’’, advirtió el grupo.

Por su parte, el padre del soldado secuestrado pidió a sus captores una «señal’’ de que el joven de 19 años aún está con vida.

Noam Shalit dijo en Israel que no ha recibido noticias sobre su hijo Guilad desde el lunes, y expresó su esperanza de que haya recibido atención médica por sus heridas.

«Nos gustaría recibir una señal de vida de Guilad, escuchar su voz y ver su cara, para ver que está bien’’, declaró Shalit.

Los extremistas no han difundido ninguna fotografía ni vídeo del soldado desde el secuestro.