Israel continúa sus ataques sobre Gaza

Israel continúa sus ataques sobre Gaza

Por Beatriz Lecumberri 
GAZA,  (AFP) – La franja de Gaza fue objeto el martes de numerosos ataques aéreos israelíes destinados a neutralizar grupos de activistas que lanzan cohetes caseros y el ejército del Estado hebreo, visto el escaso éxito de la operación hasta el momento, planea nuevas incursiones terrestres.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el titular de Defensa, Amir Peretz, dieron su autorización para continuar esta ofensiva llamada «Lluvias de verano», que ya provocó 52 muertos palestinos, y para intensificarla si es necesario.

El propio Peretz había declarado el lunes que la operación terrestre en Gaza, destinada a liberar a un soldado israelí capturado el 25 de junio y a interrumpir estos disparos de cohetes, había fracasado.

Con vistas a nuevas incursiones, el ejército concentró de nuevo sus tanques el martes en la frontera con Gaza, donde el pasado jueves comenzó una ofensiva terrestre de gran envergadura por primera vez desde que desalojó sus colonias y retiró toda presencia militar de la franja de Gaza, en septiembre del 2005.

La prensa israelí asegura que esta ofensiva podría durar hasta septiembre.

En total, 52 palestinos, muchos de ellos civiles, murieron desde que comenzó la operación terrestre. Las dos últimas víctimas fueron un miembro de la seguridad nacional, blanco de un misil disparado en Beit Hanun, al norte de la franja de Gaza, y un niño de 12 años que había sido herido días antes en un ataque aéreo en la localidad de Beit Lahya.

Poco antes, dos activistas palestinos resultaron heridos graves en dos ataques aéreos israelíes casi simultáneos cerca de Beit Hanun. Un portavoz del ejército israelí confirmó la información y explicó que habían localizado varios cohetes y a un grupo que se disponía a lanzarlos».

Estos cohetes caseros tipo Al Qassam, fabricados por grupos palestinos, tienen un alcance de poco más de 10 km y son poco precisos y potentes. Sin embargo, caen con frecuencia en ciudades del sur de Israel como Sderot o Askhelon. Desde septiembre del 2000, cinco israelíes murieron alcanzados por estos proyectiles.

 El martes, ningún cohete cayó en territorio israelí, un hecho excepcional si se tiene en cuenta que la media es de cuatro o cinco por día.

Por otra parte, en Cisjordania, el ejército israelí detuvo a 17 palestinos sospechosos de pertenecer al movimiento islámico Hamas, cuyo grupo armado fue uno de los tres que reivindicó el secuestro del soldado israelí.

El lunes, Olmert garantizó que no liberará prisioneros a cambio del cabo Gilad Shalit, secuestrado el 25 de junio por varios grupos armados palestinos.

Sin embargo, el gobierno israelí no descarta poner en libertad a algunos presos, una vez recupere sano y salvo a este soldado, pero gracias a un acuerdo con la Autoridad Palestina y en ningún caso con los dirigentes de Hamas, que controla el gobierno palestino.

«No negociaré con Hamas, no estoy negociando con Hamas y nunca he negociado con Hamas», reiteró el primer ministro israelí.

Los captores del cabo Shalit reclaman al Estado hebreo la liberación de centenares de presos, entre ellos mujeres, niños y líderes palestinos encarcelados en Israel.

Desde Damasco, el líder máximo de Hamas en el exilio, Jaled Mechaal, respondió que ningún palestino aceptará una liberación del soldado israelí sin obtener nada a cambio.

 «Me pregunto cómo Jaled Mechaal, que vive en Damasco, puede saber lo que quieren los palestinos», declaró el portavoz del departamento de Estado, Sean McCormack.

El martes, el diario israelí Yediot Aharonot subrayó la preocupación del gobierno por la situación humanitaria en Gaza ya que la falta de comida podría deslegitimar la ofensiva israelí, que ya ha sido criticada internacionalmente.

 «Los grupos militantes en Gaza necesitan crear una crisis humanitaria como elemento de propaganda y si no llega comida a Gaza rápidamente Hamas conseguirá doblegar a Israel’, advierte el comentarista militar de este diario, Alex Fishman.

 

 

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