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JERUSALEN (AP).- Israel ofreció el lunes el primer indicio de que estaría reevaluando las relaciones con los palestinos tras la muerte de Yaser Arafat: sugirió que podría coordinar la planeada retirada de la Franja de Gaza si la Autoridad Palestina reprime a los grupos islámicos radicales.
Los líderes palestinos reaccionaron con cautela a las declaraciones del ministro de relaciones exteriores Silvan Shalom y dijeron que Israel debería reiniciar «incondicionalmente»» las conversaciones de paz bajo el plan de paz avalado por la comunidad internacional.
Como señal de que la muerte de Arafat podría generar problemas en las áreas palestinas antes de las elecciones del 9 de enero, el domingo se efectuaron disparos la Franja de Gaza cerca de su posible sucesor, Mahmoud Abbas.
Dos guardias de seguridad murieron en el incidente que Abbas describió como disparos aleatorios en lugar de un intento de asesinato.
Israel espera que un nuevo liderazgo palestino traiga calma y ayude a terminar con cuatro años de enfrentamientos. El primer ministro Ariel Sharon se negó a trabajar directamente con Arafat durante casi tres años, al responsabilizarlo por la violencia.
La muerte de Arafat en un hospital francés la semana pasada ha generado lo que muchos líderes ven como una oportunidad fundamental para revivir el proceso de paz de Medio Oriente.
Si los líderes que emerjan están dispuestos a frenar la violencia, Israel está preparada para coordinar su plan de retirada de unos 8.800 colonos judíos de la Franja de Gaza y de cuatro asentamientos de Cisjordania, dijo Shalom.
Esa coordinación es considerada esencial para evitar una transición caótica.
«Israel está muy interesada en que Gaza sea gobernada de una manera responsable cuando tenga lugar la reorganización»», sostuvo en una rueda de prensa que ofreció en Cleveland, Estados Unidos.
«Si el nuevo liderazgo palestino actúa para combatir el terrorismo, entonces podremos analizar coordinar aspectos del »día después» con ellos»», declaró.
El portavoz de la cancillería, Mark Regev, confirmó que las declaraciones de Shalom representaban una «nueva política»».
