JERUSALEN. Israel dejó entrever el sábado que reducirá gradualmente su operación militar en la guerra de Gaza y anunció que no participará por ahora en ninguna negociación para un alto el fuego con Hamas en El Cairo. El grupo extremista islámico, por su parte, sugirió que mantendrá el fuego aún en caso de una retirada unilateral israelí, lo cual incrementa las posibilidades de nuevas hostilidades en el futuro.
Israel continuó el sábado sus ataques aéreos contra Gaza, donde causó la muerte de al menos 72 palestinos, muchos de ellos en la localidad fronteriza sureña de Rafah, en la que efectivos israelíes habían buscado a un soldado desaparecido y al que las fuerzas armadas israelíes ahora han declarado oficialmente muerto.
Las fuerzas armadas israelíes indicaron el domingo que Hadar Goldin, de 23 años y de la brigada de infantería Givati, perdió la vida el viernes en combate. El ministro de Defensa de Israel, Moshe Ya’Lon, y el rabino militar en jefe se reunieron con la familia del soldado en casa de ésta en la localidad de Kfar Saba. “Antes de la decisión, todas las consideraciones médicas, prácticas religiosas y asuntos relevantes adicionales fueron tomados en cuenta”, sostuvieron las fuerzas militares. El ejército israelí previamente había dicho que creía que el soldado fue capturado durante una emboscada de Hamas aproximadamente una hora después de que un cese al fuego entró en vigor el viernes por la mañana. Hamas se declaró ajeno el sábado a la presunta captura del soldado, la que generó una condena internacional.
En un discurso televisivo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dejó entrever que las fuerzas armadas israelíes reexaminarán su operación en Gaza una vez que los efectivos completen la demolición de los túneles de Hamas que cruzan por abajo la frontera entre Gaza e Israel.
Cuando los túneles sean demolidos “las fuerzas armadas prepararán la continuación de las medidas de acuerdo con nuestras necesidades de seguridad”, afirmó Netanyahu. Continúan sobre la mesa todas las opciones posibles, agregó. “Nos comprometimos a devolver la tranquilidad a Israel y eso es lo que haremos. Continuaremos hasta alcanzar ese objetivo, sin importar lo que tardemos y la fuerza que sea necesaria”, afirmó. “Hamas necesita comprender que pagará un precio intolerable en lo que le atañe por continuar disparando”.
Desde el inicio de la guerra en Gaza el 8 de julio, al menos 1.712 palestinos —en su mayoría civiles— han perdido la vida y más de 9.000 están heridos, dijo el funcionario palestino de salud, Ashraf al-Kidra. Israel ha perdido 63 soldados y tres civiles, su cifra más alta de muertos desde su ofensiva de 2006 contra Jezbolá en Líbano. Centenares de soldados israelíes han resultado heridos. Grandes franjas de Gaza fueron destruidas y unas 250.000 personas han huido de sus hogares. En Israel, gran parte del país ha estado expuesto al disparo de cohetes de Hamas.
Horas antes, el ministro del Gabinete de Israel, Yuval Steinitz, dijo que su país no enviará por ahora a El Cairo alguna delegación que participe en el diálogo propuesto para una tregua. En declaraciones al canal 10 de la televisión en Israel, Steinitz dijo que Hamas ha violado reiteradamente acuerdos previos para un alto el fuego. “Esto nos ha llevado a la conclusión de que no tiene caso hablar con esta organización sobre un acuerdo o un alto el fuego porque lo hemos intentado muchas veces”, afirmó Steinitz.
Hay indicios de nuevos despliegues de efectivos en Gaza. Las fuerzas armadas israelíes comunicaron a los habitantes del poblado de Beit Lahiya, en el norte de Gaza, que podían regresar con seguridad a sus casas. La zona, desde la que extremistas de Gaza han disparado antes cohetes contra Israel, fue blanco de intenso fuego de tanques durante la operación terrestre de Israel, debido a lo cual miles de personas huyeron de la región.