JERUSALEN (AFP).- Israel adoptó el jueves varias medidas de confianza dirigidas a los palestinos, después de que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, se entrevistara con el emisario estadounidense Elliot Abrams.

El ministro de Defensa, Shaul Mofaz, autorizó que los policías palestinos lleven de nuevo armas en Cisjordania para permitirles hacer frente a la situación de anarquía», indicó su portavoz. Esta decisión se aplicará de acuerdo con las listas de policías establecidas por el Shin Beth, el servicio de seguridad interior israelí.

El primer ministro palestino, Ahmad Qureia, indicó recientemente que había policías uniformados patrullando por Cisjordania y Gaza para intentar reinstaurar la calma pero no lo conseguían porque Israel había prohibido a las fuerzas de seguridad llevar armas desde el comienzo de la Intifada, en septiembre de 2000.

Cisjordania y la franja de Gaza fueron objeto recientemente de graves disturbios, como secuestros y ataques contra edificios gubernamentales.

Por otra parte, Israel decidió suspender la construcción de 145 viviendas en la colonia de Maalé Adumim, en el norte de Jerusalén, en Cisjordania, después de que el Gobierno aprobara el lunes la creación de 600 alojamientos en esa zona, indicó la televisión pública.

Pero el alcalde de la localidad, Benny Kachriel, relativizó la decisión diciendo que en realidad «la construcción de ese lote de 600 viviendas ya había sido aprobada en la época del gobierno laborista de Ehud Barak», en 1999. «Hemos vendido 465 de estas viviendas, y la suspensión anunciada este jueves afecta, al parecer, al resto», agregó.

Por otro lado, un portavoz del ejército anunció que el punto de paso de Rafá, entre Egipto y la franja de Gaza, será reabierto el viernes por la mañana tras permanecer cerrado más de dos semanas «debido a alertas de intentos de atentados terroristas».

Alrededor de 3.400 palestinos estaban bloqueados en condiciones muy difíciles en el lado egipcio de ese punto de paso, según un responsable de los guardias fronterizos egipcios.

El anuncio de estas decisiones se efectuó mientras un emisario estadounidense se reunía con los dirigentes israelíes, después de haberse entrevistado con Qureia.

Abrams, que conversó con Sharon y su ministro de Relaciones Exteriores Sylvan Shalom, les transmitió el descontento de Washington debido a la continuación de la colonización, que quebranta los requisitos de la Hoja de ruta, un plan de paz para solucionar el conflicto israelo-palestino que fue elaborado por el cuarteto (Estados Unidos, Unión Europea, Rusia y la ONU).

Luego, Shalom declaró que «Israel respetará todos sus compromisos con la Hoja de ruta», que prevé sobre todo la congelación de la colonización y el desmantelamiento de un centenar de colonias ilegales creadas desde la llegada al poder de Sharon en 2001.

Por último, el ejército israelí se retiró el jueves de madrugada de Beit Hanun, en el norte de la franja de Gaza, que ocupó el 29 de junio después de una serie de disparos de cohetes Qassam sobre territorio israelí que dejaron dos muertos. Durante esta operación murieron unos veinte palestinos, la mitad de ellos civiles desarmados.

Esta ocupación no impidió la continuación de los disparos. Siete cohetes cayeron el jueves sin causar daños sobre varios campos en el sur de Israel.