Hoy 
RAMALA (AFP).- Israel extendió ayer, jueves, a Cisjordania la ofensiva que inició el miércoles en la franja de Gaza arrestando a decenas de dirigentes de Hamas, incluyendo a nueve ministros, lo que hace temer una escalada del conflicto a nivel regional.
Al menos 64 ministros, diputados, alcaldes y otros altos funcionarios de Hamas fueron arrestados en una redada de una magnitud sin precedentes, y unos 30 activistas de esta organización fueron detenidos, según una responsable del ejército.
En Moscú los ministros de Exteriores del G8 llamaron a Israel a «observar la mayor moderación» en la crisis actual y mantuvieron sus reservas respecto a las detenciones de miembros del gabinete palestino.
«Llamamos a Israel a observar la mayor moderación en la crisis actual. La detención de miembros elegidos del gobierno y de la asamblea legislativa causa una inquietud particular», subrayó la declaración final de la conferencia en Moscú.
Paralelamente la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, presente en Moscú, instó a israelíes y palestinos a «actuar de forma responsable» para restaurar la calma en la región.
«Esta medida fue tomada porque se demostró que Hamas está involucrado en el terrorismo, sobre todo en el ataque del domingo durante el cual dos de nuestros soldados fueron asesinados y otro secuestrado», explicó una responsable del ejército.
«Nosotros no teníamos otra alternativa para defender a la población israelí», dijo esta fuente. Según ella, Israel no tiene intenciones de utilizar a los líderes de Hamas como «moneda de cambio» para obtener la liberación del soldado israelí Gilad Shalit, secuestrado el domingo por activistas palestinos, que en su mayoría pertenecían al brazo armado de Hamas.
«Vamos a continuar en esta línea y acentuaremos nuestra presión si es necesario, hasta que el soldado vuelva sano y salvo», declaró a la AFP un alto responsable de la presidencia del Consejo israelí. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, condenó los arrestos y pidió a la comunidad internacional que intervenga urgentemente.
Los responsables de Hamas arrestados serán presentados ante un juez que deberá decidir sobre la prolongación de su detención y de su eventual presentación ante la Justicia, indicaron fuentes militares.
Por otra parte, el cadáver de Eliahu Asheri, de 18 años, de la colonia de Itamar (Cisjordania), secuestrado el domingo, fue encontrado la noche del miércoles en Ramalá por el ejército israelí, según fuentes militares del Estado hebreo.
Los Comités de Resistencia Popular, un grupo armado que había reivindicado el rapto de dicho colono, afirmaron que lo asesinaron luego de que Israel se negó a cesar su ofensiva en la franja de Gaza.
Este grupo también amenazó con matar al soldado israelí que hicieron prisionero el domingo si la ofensiva israelí continúa.
En Gaza continuaba el jueves la ofensiva terrestre iniciada la madrugada del miércoles, llamada con el nombre «Lluvia de verano».
Dicha operación ha causado daños enormes a las infraestructuras palestinas, y destruyó la única central eléctrica de Gaza.
El guía espiritual de los Hermanos Musulmanes, la principal fuerza opositora de Egipto, hizo un llamamiento a los pueblos árabes a «expresar su cólera» ante la ofensiva israelí.
«Expresen su cólera y háganles oír el estruendo de su voz a quienes les miran y observan sus gestos», declaró Mohammad Mehdi Akef en un comunicado, en el que criticó el mutismo de los regímenes árabes sobre la actual crisis entre israelíes y palestinos.
A nivel político, una reunión preparatoria con miras a una próxima cumbre entre el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, fue anulada, anunció la radio militar.
Por último, el ministerio de Relaciones Exteriores de Israel rechazó enérgicamente el documento de «entendimiento nacional» palestino firmado por Hamas, a pesar de que es considerado como un reconocimiento implícito de Israel.
«El documento no está destinado de ninguna manera a una paz con Israel, sino a lograr un consenso interno palestino y evitar enfrentamientos», afirma el ministerio de Relaciones Exteriores.
Mantiene objetivo
JERUSALEN (AFP).- Israel mantuvo ayer, jueves, su intención de luchar contra el grupo islamista Hamas para obtener la liberación de un soldado secuestrado en territorio palestino, pero aplazó una ofensiva militar contra el norte de la franja de Gaza.
El ministro israelí de Defensa, Amir Peretz, decidió aplazar una ofensiva militar terrestre contra el norte de la franja de Gaza para verificar si los esfuerzos diplomáticos pueden lograr la liberación del soldado Gilad Shalit, según precisó la radio pública
La segunda cadena privada de la televisión israelí indicó a continuación que Egipto es el encargado de llevar a cabo esos contactos diplomáticos con Jaled Mechaal, el jefe de la dirección política de Hamas, actualmente en el exilio en Damasco.
Peretz subrayó que «es necesario examinar cada acción» sin descartar una «solución política» a la crisis, según un portavoz del ministerio de Defensa.
Un periodista de la AFP constató que los militares responsables de decenas de tanques, posicionados en suelo israelí y listos para entrar en el norte de la franja de Gaza, regresaron a sus bases en autobuses.
«Continuaremos en esta línea y acentuaremos nuestra presión si es necesario, hasta que el soldado vuelva sano y salvo», declaró a la AFP un alto responsable de la presidencia del gobierno israelí, en referencia al militar secuestrado el domingo por palestinos en un ataque contra un puesto militar situado en la frontera con la franja de Gaza.
Las palabras del responsable reflejaron la actitud del gobierno del primer ministro, Ehud Olmert, ajeno a las críticas internacionales suscitadas por las acciones en territorio palestino y las decenas de arrestos de responsables políticos palestinos llevadas a cabo este jueves por los israelíes.
La ofensiva, lanzada en la madrugada del miércoles con el nombre de «Lluvia de verano», ya causó daños enormes en las infraestructuras palestinas, pues destruyó, por ejemplo, la única central eléctrica de Gaza.
Asimismo, la aviación israelí lanzó un misil en Gaza, contra el vehículo de dos miembros del grupo radical de la Yihad Islámica, que resultaron ilesos.
La ofensiva israelí también se hizo sentir en Cisjordania, donde el ejército detuvo a unos 64 ministros, diputados, alcaldes y otros altos funcionarios del Movimiento de Resistencia Islámica palestino (cuyo acrónimo en árabe es Hamas).
Esos arrestos hicieron que los cancilleres del G8, reunidos en Moscú, pidieran a Israel «observar la mayor moderación» en la crisis actual, al tiempo que manifestaron su «preocupación».
Asimismo, el G8 hizo un llamamiento a las autoridades palestinas «a poner fin a la violencia terrorista y a tomar medidas inmediatas para liberar al soldado israelí detenido».
Paralelamente la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, presente en Moscú, instó a israelíes y palestinos a «actuar de forma responsable» para restaurar la calma en la región.
«Es sumamente importante que cada una de las partes actúe de forma responsable para salvaguardar la posibilidad de llegar a la paz», declaró Rice.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, condenó los arrestos de los dirigentes del grupo en el gobierno palestino y pidió a la comunidad internacional que intervenga urgentemente.
En Israel, la oposición de izquierda y los árabes israelíes criticaron la ofensiva, si bien la mayoría de la clase política y de la opinión pública consideran que el gobierno no tiene más elección que lanzar una ofensiva, vista la intensificación de los ataques palestinos desde la franja de Gaza.
Por la parte palestina, los Comités de Resistencia Popular amenazaron con matar al soldado, que tiene 19 años, si sigue la ofensiva israelí, tras haber reivindicado el asesinato de un joven colono israelí de 18 años, secuestrado también el domingo.
