Israel mata jefe Hamas; en el ataque también murió su hijo Muhamad

Israel mata jefe Hamas; en el ataque también murió su hijo Muhamad

GAZA (EFE).- El líder del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), Abdel Aziz Rantisi, fue asesinado ayer por Israel en un ataque aéreo que también costó la vida a dos de sus guardaespaldas, entre ellos su hijo Muhamad, de 27 años.

La tercera víctima ha sido identificada como Akram Nassar, de 35 años, y en el bombardeo resultaron heridas otras cinco personas, todas ellas viandantes.

Rantisi, de 57 años, circulaba con sus escoltas por una céntrica calle del barrio Shej Raduán de Gaza capital, cuando dos cohetes disparados por helicópteros israelíes Apache hicieron impacto en su coche Subaru.

Los dos guardaespaldas murieron en el lugar, mientras que Rantisi ingresó en el quirófano del hospital Shifa de Gaza en estado crítico.

Los médicos certificaron su muerte cinco minutos después del ataque aéreo.

«Rantisi ha muerto» era el escueto mensaje de los panfletos difundidos, tan sólo media hora después, entre las miles de personas que afluían hacia el lugar de los hechos y hacia el hospital Shifa de Gaza.

El coche calcinado aún permanecía esta noche en las proximidades de su casa, aunque el líder islámico vivía en la clandestinidad desde que el pasado junio Israel trató de asesinarlo, por primera vez, dentro de una casi incesante política de «asesinatos selectivos» contra los líderes islámicos en Gaza.

La última víctima de esa política fue el líder espiritual del movimiento, el parapléjico jeque Ahmed Yasín, quien el pasado 22 de marzo sucumbió a dos cohetes israelíes a la salida de una mezquita, en un ataque en el murieron otras ocho personas.

Rantisi fue asesinado ayer a tan sólo un centenar de metros de donde está enterrado el jeque Yasín.

Tres días después del asesinato de éste último, el Consejo Islámico del Hamás proclamó a Abdel Aziz Rantisi líder del movimiento en los territorios palestinos, mientras Jaled Mashal conservaba su liderazgo desde el exilio.

Fuentes palestinas citaban esta noche, entre sus posibles sucesores, los nombres de Ismail Haníe y Mahmud A-Zahar, aunque los comentaristas locales destacaban que ninguno de ellos tienen la autoridad ni disfruta del consenso de sus dos predecesores.

Rantisi, pediatra de profesión, casado y padre de seis hijos, pertenecía a la línea dura del movimiento y se había opuesto siempre a cualquier acuerdo diplomático con Israel.

Testigos presenciales dijeron que la mujer de Rantisi estaba con él en el vehículo atacado, aunque se desconoce su estado o el lugar al que ha sido trasladada.

Entretanto, en el lugar del suceso miles de jóvenes palestinos pedían esta noche venganza por el asesinato de su líder, mientras otros rezaban por su alma.

«Esta sangre no será en vano. Este es nuestro destino en Hamas y de todos los palestinos, morir como mártires», dijo Ismail Haníe en el hospital Shifa.

Y agregó: «No debilitará nuestra determinación ni romperá nuestros anhelos. Israel lo va a lamentar, la venganza está cerca».

Por su parte, fuentes de la Autoridad Nacional palestina (ANP) afirmaron que «este es el único fruto de la reunión del presidente de EEUU, George W. Bush y el primer ministro israelí, Ariel Sharón en Washington», en referencia a las conclusiones de la entrevista entre ambos mandatarios que celebraron el miércoles en Washington.

Solana y árabes condenan muerte

La comunidad internacional en general, exceptuando Estados Unidos, condenó enérgicamente el sábado el asesinato del líder de Hamas Abdel Raziz Rantisi a manos de Israel. Algunos países acusaron a la Casa Blanca de apoyar la acción.

El coordinador de política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, dijo que Israel tenía derecho a combatir el terrorismo, pero que el ataque constituye un acto ilegal que dificultará el camino de la paz en el Medio Oriente.

La Casa Blanca se negó a criticar el ataque, señalando que Israel tiene «derecho a protegerse de ataques terroristas». Pidió calma y mesura en la región.

Enérgicos en su condena se mostraron los líderes de países árabes, quienes catalogaron el asesinato como un acto criminal y de «terrorismo de estado», al mismo tiempo que también culpaban a Estados Unidos. Señalaron que la acción indicaba la intención de Israel de sabotear las esperanzas de paz en la región.

En el mundo árabe, las condenas llegaron de todas partes. El canciller egipcio Ahmed Maher dijo que el «pérfido asesinato» muestra las intenciones reales de Israel de «acabar con todas las oportunidades de paz y de llevar a la región a un abismo».

El parlamento egipcio dijo que se trató de un «acto estúpido» que conduciría a la «catástrofe».

En Jordania, la vocera gubernamental Asma Khader dijo que se trató de «un crimen feo» que «reducirá las posibilidades de paz en la región». En nombre de la Liga Arabe, el portavoz Hossam Zaki, dijo que el asesinato pone fin a a todos los esfuerzos de paz, y su ejecución sugiere que Estados Unidos lo apoyó.

«Eso es terrorismo de estado», dijo Zaki.

El ministro de Cultura del Líbano, Ghazi al-Aridi, señaló que la matanza de Rantisi «fue un acto terrorista y el gobierno de Estados Unidos y de Israel deben ser juzgados por ello».

En Londres, el canciller británico Jack Straw tildó de ilegal el crimen contra Rantisi y señaló que su gobierno ha dicho una y otra vez que este tipo de operaciones son «ilegales, injustificadas y contraproducentes».

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