JERUSALÉN (AFP) – Israel mantuvo ayer la presión sobre la franja de Gaza con ataques aéreos, en los que murieron nueve palestinos, y el cierre de los pasos fronterizos con ese territorio, en represalia por una lluvia de cohetes lanzada por grupos palestinos, sin causar víctimas.

 El primer ministro israelí, Ehud Olmert anunció que su país proseguiría sus ataques contra la franja de Gaza, declarada «entidad hostil» por la llegada al poder, en junio, del movimiento islamista Hamas. 

«En el sur (de Israel) hay una guerra en curso, y haremos todo lo posible para poner fin a estos disparos inaceptables (…) Vamos a seguir luchando sin piedad contra Hamas, la Yihad (Islámica) y todos nuestros enemigos», declaró. 

«Nos esforzaremos por no causar víctimas civiles», añadió. Hamas, junto con la Yihad Islámica, un grupo armado aún más radical, es el autor de la mayoría de los disparos de cohetes desde la franja de Gaza hacia el sur de Israel.