BEIRUT.  AP.  Los combates entre soldados y rebeldes sirios mataron ayer a nueve personas y enviaron varios morteros al otro lado de la frontera, hacia los Altos del Golán ocupados por Israel.

El ejército israelí dijo que nadie resultó herido por los morteros y que creía que el incidente fue accidental. Sin embargo, Israel presentó una queja ante la fuerza de paz de Naciones Unidas que patrulla la tensa región entre Israel y Siria.   

En el transcurso de la insurrección que inició hace 18 meses contra el presidente sirio Bashar Assad, la violencia se ha desbordado a los vecinos Líbano, Jordania y Turquía. En julio, proyectiles de mortero cayeron cerca de un kilómetro (media milla) dentro de la frontera del Golán.    El desbordamiento es una de las manifestaciones más preocupantes de la crisis de Siria, que tiene el potencial de incendiar toda la región.    Activistas dijeron el martes que enfrentamientos entre las tropas y los rebeldes dentro de Siria mataron al menos a nueve personas. Ayer, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió una acción   para detener la guerra en Siria, y afirmó ante una sombría reunión de líderes mundiales que el conflicto se ha convertido en “una calamidad regional con ramificaciones globales”.