Mientras Israel asume que podría retrasar su invasión terrestre de Gaza mientras endurece sus bombardeos en Gaza
Naciones Unidas.- Israel entró ayer, martes, en crisis abierta con la ONU, con peticiones de dimisión del secretario general António Guterres, mientras que la comunidad internacional se ve incapaz de alcanzar un consenso internacional de mínimos sobre la guerra en Gaza.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebraba ayer, martes, un debate abierto sobre la situación en Gaza y en el programa se habían inscrito 86 oradores, entre países y grupos regionales -entre ellos más de 20 ministros-, una muestra de cómo el conflicto palestino ha vuelto al centro de la geopolítica mundial. Fue al empezar la sesión que el secretario António Guterres tomó la palabra y dijo- “Los ataques de Hamás (del 7 de octubre) no vienen de la nada- el pueblo palestino ha estado sometido a 56 años de ocupación asfixiante». Esas palabras motivaron la ira del embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, quien en su cuenta de X (antes Twitter) pidió su dimisión inmediata porque según él esas palabras suponen una justificación de los ataques contra los civiles porque “muestran comprensión por esa campaña de asesinatos masivos de niños, mujeres y ancianos». A continuación, el ministro israelí de Exteriores, Eli Cohen, anunció que cancelaba una reunión que había programado con Guterres y un grupo de familiares de los rehenes de Hamás, y dijo ante los periodistas, con respecto a Guterres- «¿No le da vergüenza?”, para añadir que “por supuesto” apoyaba el llamamiento a su dimisión.
La invasión por tierra.
Israel asume de forma cada vez más abierta que podría retrasar su invasión terrestre de Gaza mientras endurece sus bombardeos sobre la Franja para “aplastar” a Hamás, en el decimoctavo día de guerra que le enfrenta con el grupo islamista.
“Estamos atacando a nuestros enemigos con una fuerza tremenda”, dijo ayer el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una visita a los soldados movilizados a la línea divisoria con Gaza, que desde hace más de dos semanas están pendientes de si realizan una incursión terrestre.