Israel responde ataque y destruye casa sospechoso

Israel responde ataque y destruye casa sospechoso

JERUSALEN. AFP. La «mano de hierro» prometida por Israel tras el atentado mortal contra una sinagoga empezó a hacerse palpable ayer en Jerusalén Este, donde las fuerzas del orden destruyeron por primera vez en años el apartamento de un «terrorista» palestino.

El apartamento de Abdel Rahman Shalodi, ubicado en el barrio de Silwan, en Jerusalén Este, ocupada y anexada por Israel, quedó totalmente destruido.

El 22 de octubre, Shalodi mató a un bebé israelonorteamericano de 3 meses y a una ecuatoriana de 22 años al embestir con su automóvil una estación de tranvía. «¿Adónde vamos a ir ahora? Ya no tenemos vivienda», deploró Nibras, una hermana del palestino acusado de terrorismo.

Las viviendas de otros palestinos acusados de participar en ataques contra israelíes correrán probablemente la misma suerte. Además de la casa de los Shalodi, tres familias recibieron una notificación formal de que su casa será destruida. Las casas de los autores del atentado del martes también tendrán la misma suerte.

El padre de uno de los dos atacantes dijo que fue convocado en la noche para recuperar la orden de demolición de su casa. Se trata de la primera vez desde 2009 que las fuerzas israelíes destruyen una vivienda en Jerusalén, una medida que los palestinos viven como un castigo colectivo insoportable, indicó un abogado israelí especializado en asuntos de Jerusalén.

En los territorios ocupados de Cisjordania la práctica de destrucción de viviendas, que casi siempre deja en la calle a familias enteras, no cesó. En agosto pasado, el ejército destruyó las viviendas de dos hombres acusados de haber secuestrado y matado a tres adolescentes judíos en junio. La política de destrucción de viviendas no es apoyada unánimemente en las filas del ejército. Algunos la consideran disuasiva, otros contraproducente debido a que provoca tensiones.

Frente a una situación cada vez más explosiva, el gobierno israelí quiso cumplir con la promesa de «mano de hierro» del primer ministro, Benjamin Netanyahu, contra la serie de atentados de las últimas semanas y en particular el de la sinagoga de Jerusalén Oeste. Dos primos palestinos, Udai y Ghassan Abou Jamal, armados con hachas y una pistola, mataron a cuatro rabinos y un policía antes de ser abatidos.

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