Israel rodea de misterio sus próximos pasos en Gaza

Israel rodea de misterio sus próximos pasos en Gaza

Jerusalen, (AFP).- Israel deja entrever el posible fin de su ofensiva en Gaza pero moviliza nuevos efectivos para seguir la guerra contra el grupo islamista Hamas, que parece debilitado militarmente pero siempre decidido a luchar, apostando por el factor tiempo para demostrar su resistencia.

«El objetivo de la operación, o sea, garantizar la seguridad de los habitantes del sur de Israel, no se logró aún, aunque Hamas haya sufrido un golpe muy severo que se traduce en una fuerte disminución de sus disparos de cohetes», declaró el lunes a los periodistas el secretario general del gobierno, Ovad Yehezkel.

«La batalla continúa y durará hasta que Israel no decida (…) que se reúnen las condiciones que garantizan el regreso a la calma», agregó al precisar, sin embargo, que «no se sabe cuánto tiempo va a durar» esta situación.

«Esa incertidumbre puede proceder tanto de las divergencias en el seno del Estado como de la voluntad de mantener el misterio y sorprender al adversario, como sucedió con el inicio de la ofensiva», el 27 de diciembre, explicó por su parte el experto en estrategia y general de reserva, Shlomo Brom.

«Ciertos ministros están tentados por extender la ofensiva más allá de sus objetivos iniciales y creen posible destruir a Hamas; pero esta no es la línea general del gobierno y el ministro de Defensa, Ehud Barak, se opone a ello claramente», según un analista que pidió el anonimato.

De acuerdo con éste, las amenazas de Hamas de transformar la franja de GAza en un «cementerio» para el ejército israelí «han resultado ser fanfarronadas».

«Hasta ahora el ejército ha sufrido pérdidas muy bajas -diez soldados muertos- mientras que, según sus informaciones, han muerto más de 500 miembros de Hamas, una cifra enorme para una organización que cuenta con una decena de miles de hombres», explicó el analista.

«Es obvio que tras un alto el fuego, Hamas no tendrá dificultad en reclutar más miembros y rearmarse si Israel no acaba con el contrabando de armas procedente de Egipto», agregó.

Ante esta situación, el movimiento islamista podría aceptar un acuerdo de tregua, «a condición de que no se le presente como una capitulación», resumió.

Otro analista militar, Ran Edelist, se mostró más reservado sobre los resultados de la operación israelí en Gaza.

«Ante todo son los civiles lo que pagan el precio de la ofensiva, que parece más una operación de represalia a escala desigual que una guerra», dijo Edelist mientras el balance de víctimas facilitado el lunes pasó el umbral de las 900.

Para éste, en cambio, Hamas «no ha sufrido un serio golpe en su fuerza militar y mucho menos en su determinación a luchar».

Los medios israelíes, por su parte, subrayan el impacto creciente de las legislativas -previstas para el 10 de febrero- en las respectivas posiciones de los dirigentes.

«La verdadera batalla se juega ahora en el seno del Gobierno, del Estado Mayor y del ministerio de Relaciones Exteriores», escribió el diario Maariv.

Para la prensa, el primer ministro dimisionario, Ehud Olmert -forzado a renunciar por su presunta implicación en asuntos de corrupción- busca la derrota de Hamas para lograr así un último triunfo antes de dejar la escena política.

Esta hipótesis, sin embargo, es negada categóricamente por el entorno de Olmert.

Además, los diarios sotienen que no se está llevando a cabo un trabajo en armonía ya que Ehud Barak, el ministro de Defensa, y Tzipi Livni, la de Relaciones Exteriores, son líderes de partidos rivales, los laboristas (centro izquierda) y Kadima (centro derecha), respectivamente.

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