Israel usa fuerza contra colonos

Israel usa fuerza contra colonos

COLONIA DE NEVE DEKALIM, Franja de Gaza (AFP).- El ejército israelí entró por la fuerza el martes en la colonia de Neve Dekalim, la ‘capital’ de los asentamientos judíos de la Franja de Gaza, para permitir que los habitantes que desean abandonar la región puedan hacerlo antes de que sean forzados a ser evacuados.

   El ejército estimaba que más del 50% de los colonos de la franja de Gaza abandonará voluntariamente la zona antes del miércoles, cuando expira el plazo para salir de la franja voluntariamente, aunque por ahora las familias que salieron de la zona se aproximan a 600, es decir, un tercio.

   Este martes, la pequeña colonia de Dugit, al norte de la franja, fundada por pescadores en 1990 y habitada por 60 personas, quedó oficialmente evacuada, informó el ejército, subrayando que todos sus habitantes dejaron sus casas por su propia voluntad.

   En otras colonias más grandes y habitadas especialmente por religiosos, la situación era otra. A primera hora de la mañana del martes, numerosos agentes forzaron con excavadoras la entrada principal de Neve Dekalim, considerada la capital de los asentamientos judíos de la franja, donde viven más de 2.500 personas a los que se han unido numerosos activistas que se oponen a la retirada.

   La finalidad fue permitir la salida de los camiones de mudanza que trasladan las pertenencias personales de aquellos colonos que desean partir voluntariamente.

   «Queremos permitir que todos los habitantes que desean abandonar la región puedan hacerlo libremente durante la jornada. Los soldados están dispuestos a ayudarles», declaró a la radio el general Dan Harel, comandante en jefe de la región militar sur.

   No obstante, varios jóvenes opositores a la retirada fueron detenidos en esta colonia por atacar a las fuerzas del orden a golpes e incluso con amoniaco y bloquear el paso de los camiones de mudanza.

   Desde el 15 y hasta el martes a medianoche, los 8.000 colonos de estas implantaciones podían abandonar sus casas con la ayuda y escolta de los soldados de forma pacífica.

   Pero a partir del miércoles, 40.000 soldados y policías desalojarán por la fuerza a los habitantes de los asentamientos.

   Todos ellos están ya en sus puestos para evacuar a los colonos y a las tropas de la Franja de Gaza, en una operación militar cuyo modus operandi es mantenido por ahora en secreto.

   «Hay que llevar a cabo la retirada rápidamente. Cuanto más corto sea el proceso, mejor será para todos», aseguró el ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz.

   Asentamientos como Kfar Darom, Neve Dekalim, Netzarim, Shirat Hayam y Atzmona serán de los más complicados, prevén las autoridades.

   Miles de colonos, acompañados de unos 4.000 activistas venidos del exterior, desean resistir hasta el final en la que consideran tierra de Israel y confían todavía en una interrupción repentina del plan de retirada.

   Del total de 21 colonias que serán evacuadas en esta operación, tres estaban ya deshabitadas y otras cinco casi deshabitadas el martes, siete se disponían a hacer las maletas y sólo seis estaban decididas a resistir hasta el final.

   Según Mofaz, sólo un mes después de la evacuación se permitirá la entrada a los palestinos y se restituirá oficialmente esta tierra.

   En este momento y con el acuerdo de Israel, un total de 7.500 agentes de seguridad palestinos están movilizados para garantizar un desalojo sin fuego.

   La operación militar, bautizada «Mano tendida a los hermanos» y con la que Israel pretende acabar con su presencia en este territorio después de 38 años de ocupación, comenzó el domingo a medianoche, con cierre total de la franja de Gaza.

   Por otra parte, unos 500 militantes opuestos a la retirada que querían infiltrarse en la Franja de Gaza para apoyar a los habitantes de las colonias fueron detenidos en el puesto de frontera de Kisufim, puerta de entrada y salida para los asentamientos de la región.

   «A partir del martes, cualquier persona que obstaculice la evacuación acabará detenido», declaró Mofaz, advirtiendo de que todos los que quebranten la ley serán tratados sin concesiones.

   En el lado palestino, miles de simpatizantes del movimiento radical de resistencia Hamas participaron en una manifestación para celebrar la salida de los israelíes de Gaza.

   Por su parte, el primer ministro Ahmad Qurei lanzó una campaña en Gaza destinada a eliminar de las paredes y las calles todos los escritos relativos a la ocupación.

   Vestido con una camiseta blanca en la que podía leerse «Gaza limpia y libre», el responsable palestino dio ejemplo y pintó de blanco las consignas contra Israel pintadas en el muro de una casa en el centro de la ciudad de Gaza.

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