GAZA (AFP).- Israel prosiguió el martes su hostigamiento a los grupos armados palestinos, entre los que el Hamas, que reivindicó el asesinato de un israelí, ha sido su blanco principal, pese a haberse comprometido a suspender sus ataques contra el territorio hebreo. Por la noche, la artillería israelí disparó por primera vez desde hace años varios obuses contra el norte de la franja de Gaza, que también fue blanco de cohetes lanzados por la aviación.

   Según el ejército, los ataques fueron perpetrados contra sectores inhabitados desde donde fue disparado anteriormente un cohete contra la localidad sureña israelí de Sdérot, sin causar víctimas.

   Este disparo de cohete y la respuesta israelí se producen después de que los grupos armados palestinos, entre ellos el Hamas y la Yihad Islámica, anunciasen su compromiso con la tregua de sus ataques anti-israelíes, proclamada en marzo en El Cairo.

   Sin demasiado éxito, ya que Israel reiteró su intención de actuar con firmeza.

   Tras dos ataques aéreos perpetrados por Israel el lunes por la noche sobre la franja de Gaza, el ministro de Defensa Shaul Mofaz advirtió que continuará su política «de liquidación selectiva» de activistas islámicos.

   No descartó una eventual operación terrestre de envergadura en la franja de Gaza e hizo hincapié en que una batería de la artillería desplegada frente a ese territorio «no se encuentra allí para decorar».

   Mofaz se mostró escéptico ante las declaraciones de Mahmud Zahar, dirigente del Hamas que el domingo anunció el fin de los ataques antiisraelíes desde la franja de Gaza.

   En esta misma línea, los grupos armados acordaron el martes poner fin a sus ataques desde la franja de Gaza contra Israel, según responsables de un colectivo que agrupa a sus representantes.

   Pero, pese a todo, el brazo armado del Hamas reivindicó el secuestro y asesinato de un israelí, Sason Nuriel, al que calificó de agente del Shin Beth, el servicio de seguridad interior israelí.

   La ola de violencia de los últimos días estalló después de que una explosión registrada el pasado viernes durante un desfile del Hamas en la franja de Gaza acabara con la vida de 15 palestinos.

   El movimiento islamista atribuye la autoría de esta deflagración al Estado hebreo, a pesar de los desmentidos israelíes y de la Autoridad Palestina, según la cual el jueves entrará en vigor un acuerdo que prohíbe llevar armas a los ciudadanos en los territorios.

   A partir de ese hecho, se sucedió una cadena de ataques y contraataques palestinos e israelíes que ya se saldó con cuatro activistas palestinos muertos en ataques selectivos y otros 350 militantes detenidos.

   En medio de una gran tensión israelo-palestina, el primer ministro del Estado hebreo, Ariel Sharon, saboreó el martes su victoria frente a su gran rival en su partido, el Likud, Benjamin Netanyahu.

   El Comité Central de la formación derechista decidió mantener el lunes la fecha para las elecciones primarias, que al final se celebrarán en el segundo trimestre del 2006, como estaba previsto inicialmente.