El Estado de Israel ha incurrido nueva vez en crimen de lesa humanidad, al interceptar, por demás en un acto de piratería estilo somalí, a seis navíos a 68 millas de su territorio, que conducían hacia la Franja de Gaza diez toneladas de alimentos, medicinas y materiales de construcción. Comandos de la marina israelí descendieron en helicópteros a los navíos mercantes, instando a la tripulación y pasajeros a obedecerles y conducir a Israel a las naves, prestándose resistencia en el mercante turco Mavi Marmara, resultando muertos seis pasajeros.

El Estado de Israel mantiene un bloqueo desde 2007 en que Hamas obtuvo el control por la fuerza del sector, impidiendo toda ayuda humanitaria, y condenando severamente la reducción de alimentos y medicinas, inclusive agua y combustibles, intentando, alega, rendir a Hamas, ignorando los padecimientos de 1.5 millones de palestinos. En realidad el Estado de Israel lo que persigue con el bloqueo criminal es la despoblación de Gaza, como también de Cisjordania, para adueñarse de toda Palestina, un propósito perverso que Estados Unidos permite en las personas de todos sus gobernantes, incluido el presidente Barack Obama, que no solamente negó condenar el acto de piratería de Israel, sino que también obtuvo lo propio con la ONU. El acto de piratería israelí ha dañado las relaciones con Turquía, cuyo primer ministro, Recep Tayyip Erdogan reaccionó furioso y condicionó la normalidad de sus relaciones con Israel a finalizar el bloqueo a Gaza.

La única vía de entrada y salida a Gaza es la ciudad de Rafah, controlada por Egipto, que por fin, el presidente Hosni Mubarak decidió su apertura indefinida, mientras nuevas flotillas de socorro anuncian dirigirse a Gaza, que Israel es obvio, tendrá que resignarse a ceder para no agravar aun más su cuestionamiento ante su censurable y repulsiva actitud de lesa humanidad.