Jerusalén (EFE).- Los gobiernos de Israel y Estados Unidos airearon hoy sus diferencias sobre la política a seguir con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y el papel que debe desarrollar el presidente, Mahmud Abás, una vez que asuma el gobierno el movimiento islámico Hamás.

   En sendas reuniones con el subsecretario de Estado de EEUU para Oriente Medio, David Welch, el primer ministro israelí en funciones, Ehud Olmert, y la jefa de la diplomacia, Tzipi Livni, se distanciaron de la postura de Washington, demasiado proclive a mantener el diálogo con Abás como si Hamás no hubiese ganado las elecciones.

   Así se desprende de las declaraciones que tanto Olmert como Livni hicieron tras las entrevistas y en las que advirtieron contra la tentación de ver en Abás «la cara amable» de una ANP gobernada por un «grupo terrorista».

   «Con la mejor voluntad, no se puede establecer una separación artificial entre ambos (el presidente y el Gobierno)», afirmó Olmert durante la reunión celebrada esta tarde en Jerusalén, según dijeron participantes en el encuentro a la edición electrónica del diario «Yediot Ajaronot».

   Olmert explicó que Abás representa a una entidad gubernamental al frente de la cual está Hamás y que Israel no puede ignorar ese hecho.

   El primer ministro israelí no tiene ninguna intención de fortalecer a Abás porque no hay dos gobiernos en la ANP, según dijeron fuentes de la Oficina de Olmert.

   Las fuentes explicaron que EEUU, en concordancia con la UE, busca reforzar a Abás para hacer frente al creciente poder de Hamás, mientras que Israel no transige con este punto.

   La ministra israelí de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, abundó en este sentido y en una reunión previa con Welch afirmó que «Abu Mazen (apodo de Abás) no puede ser la cara bonita de un terrorismo feo que se esconde detrás del (próximo) Gobierno palestino», que encabezará el movimiento extremista islámico Hamás, ganador de los comicios legislativos palestinos del pasado 25 de enero.

   «Será un grave error si la comunidad internacional se consuela en los brazos de Abu Mazen después de la subida al poder de Hamás; sólo un mensaje fuerte y agresivo producirá resultados en el futuro», manifestó la ministra a Welch.

   En un principio, la radio pública israelí llegó a informar de que la ministra de Exteriores había calificado a Abás de «irrelevante» durante su conversación con el funcionario estadounidense, pero su Oficina matizó después estas declaraciones.

   Yariv Ovadia, portavoz del Ministerio de Exteriores, declaró a EFE que Livni «no ha dicho que Abás sea irrelevante», pero que el mundo no puede fijarse únicamente en él e ignorar a Hamás.

   Consultado sobre si Israel ha definido una nueva política hacia el Gobierno palestino, Ovadia subrayó que «no hay nada nuevo, lo que queremos es hacerle entender a la comunidad internacional que tenemos que presionar a los palestinos para que cumplan los mensajes del secretario general de la ONU, Kofi Annan, sobre la renuncia a la violencia y el reconocimiento del derecho a existir de Israel».

   Livni viajará esta semana a varios países de la UE para tratar de convencer a sus gobiernos de que se mantengan en la línea de las condiciones fijadas por el Cuarteto de Madrid -EEUU, la UE, Rusia y la ONU- y por el Consejo de ministros de Exteriores de la Unión Europea después de las elecciones palestinas.

   En esa ocasión, la comunidad internacional definió el reconocimiento de Israel y el alejamiento del terrorismo como condiciones para proseguir las ayudas a la ANP y reconocer el gobierno de Hamás.

   Ayer, sábado, en una entrevista con Abás en Ramala, Welch aseguró que EEUU no interrumpirá sus ayudas humanitarias a los palestinos, que se realizan a través de organizaciones no gubernamentales.

   En sus reuniones con gobernantes israelíes, el enviado estadounidense expresó una gran preocupación por la situación humanitaria de la población civil palestina.

   Welch no se ha entrevistado con ningún representante de Hamás, no obstante otro miembro del Cuarteto, Rusia, sí recibirá la semana que viene a una delegación de representantes del partido islámico palestino.