GINEBRA (AFP).- Unos cuatrocientos israelíes y palestinos participaron en el lanzamiento de la Iniciativa de Ginebra, un plan alternativo de paz para resolver el conflicto en Oriente Medio, durante una ceremonia celebrada en esa ciudad suiza, mientras en los territorios palestinos continuaban las manifestaciones en protesta por ese proyecto.
Inaugurada por el actor estadounidense Richard Dreyfuss, la ceremonia consistió en una sucesión de discursos, testimonios, canciones y proyecciones de vídeos durante dos horas.
«No veremos probablemente nunca una base más prometedora para la paz» en Oriente Medio que esta iniciativa, afirmó el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, artífice de los acuerdos israelo-egipcios de Camp David en 1979.
«La única alternativa a esta iniciativa es la continuación de la violencia», agregó.
La ministra de Relaciones Exteriores suiza Micheline Calmy-Rey advirtió que «el camino es largo y difícil» y agradeció a los promotores de este plan por haber «dado esperanza al mundo entero».
Suiza facilitó las reuniones secretas que desembocaron al cabo de tres años en el plan de paz. Algunas de ellas se mantuvieron en Ginebra, por lo que se eligió el nombre de esta ciudad para bautizarla.
Los dos principales autores del documento, el ex ministro de Justicia israelí Yossi Beilin y el ex titular de Información palestino Yasser Abed Rabbo, serán los últimos en pronunciar sus discursos.
«Hay un plan», «hay un socio», se leía en inglés en dos pancartas colocadas sobre la tribuna oficial del centro de conferencias donde se celebra la ceremonia.
Un antiguo prisionero palestino y el general israelí que lo había expulsado de los territorios palestinos se reconciliaron oficialmente durante el acto. «Compartimos la esperanza en un futuro mejor para nuestros hijos», dijo el palestino Zuheir Manasra.
En un mensaje leído en la tribuna, el primer ministro británico Tony Blair estimó que la Iniciativa podía incitar a «tomar decisiones difíciles dentro de la Hoja de ruta», el plan de paz para Oriente Medio apoyado por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea (UE) y la ONU que se encuentra actualmente estancado.
La ex presidenta del parlamento europeo, Simone Veil, leyó una declaración del presidente francés Jacques Chirac, en la que éste elogia «una gran iniciativa» por la paz y pide su aplicación «sin demora».
El ex presidente polaco y Premio Nobel de la Paz Lech Walesa recordó que hace veinte años «nadie creía» en las posibilidades del sindicato Solidaridad en una Polonia ocupada por las tropas soviéticas.
Otros dos premios Nobel de la Paz participaban en la ceremonia: el irlandés John Hume y el ex presidente sudafricano Nelson Mandela, presente gracias a un mensaje grabado en vídeo.
Según iba llegando su turno, los representantes de Egipto y de Marruecos expresaron el apoyo de sus países a los esfuerzos pacifistas.
Los autores de esta Iniciativa traen esperanza para solucionar la situación en Oriente Medio, después de tres años de Intifada, mientras las discusiones israelo-palestinas se encuentran en punto muerto.
El texto de cincuenta páginas propone soluciones para los temas más espinosos y prevé concesiones de ambas partes.
Según estipula este proyecto, Israel evacuaría casi toda Cisjordania y compartiría la soberanía de Jerusalén, mientras que los palestinos renunciarían al regreso de 3,8 millones de refugiados a Israel.
Pero muchos se oponen, como dan fe las manifestaciones de los últimos días en los territorios palestinos.
Este lunes, unas 1.500 personas participaron en una manifestación en el campo de refugiados de Jabaliya, en el norte de la franja de Gaza, gritando lemas como «¡No a la traición, no a los traidores!».
A primera hora de la tarde, unas 2.000 personas asistieron en Gaza a una conferencia nacional contra los peligros de la Iniciativa de Ginebra.