Roma.– Miles de personas dieron hoy su último adiós con una ceremonia pública a trece de las víctimas mortales del accidente ferroviario del pasado martes en el sur de Italia, que se saldó con un total de veintitrés muertos y decenas de heridos.
El acto religioso tuvo lugar en el centro deportivo del municipio de Andria (Apulia, sur), desde donde partió uno de los trenes siniestrado, y al mismo acudieron alrededor de seis mil personas, según informaron los medios locales.
Con esta ceremonia pública se dio el último adiós a trece de las veintitrés víctimas del siniestro, ya que los familiares de las diez restantes han optado por un funeral privado.
A los pies del altar, instalado en el centro deportivo, se ubicaron los féretros, sobre los que fueron depositados objetos personales de las víctimas, flores, fotografías y mensajes.
Estuvieron presentes el presidente de la República, Sergio Mattarella, la presidenta de la Cámara de los Diputados, Laura Boldrini, y el gobernador de la región en la que ocurrió el desastre, la Apulia, Michele Emiliano, entre otras autoridades.
Mattarella saludó a los familiares y seres queridos de las víctimas y les trasladó palabras de apoyo. Tras la celebración de la misa, los féretros, a su salida del lugar, recibieron el aplauso de las miles de personas que participaron en el funeral.
El alcalde de Andria, Nicola Giorgino, se dirigió a las autoridades presentes para exigir “verdad y justicia” en nombre de los familiares y, por ello, urgió a la magistratura a actuar “inmediatamente” para conocer la verdad de lo ocurrido.
La línea en la que se registró el accidente ferroviario es utilizada día a día sobre todo por estudiantes y familias, razón por la cual las víctimas fueron jóvenes, padres, madres, trabajadores y pensionistas, de edades comprendidas entre los 15 y los 74 años.
El choque frontal entre los dos trenes se produjo en la mañana del pasado martes, cuando dos trenes recorrían la misma línea que une los municipios de Andria y Corato, en la región meridional de Apulia.
El fiscal de Trani, que participa en la investigación del suceso, ha afirmado que el desastre se debió probablemente a un “error humano”, al de un controlador que permitió la salida de uno de los convoyes sin comprobar si otro recorría ya la misma línea.
No obstante, además del error del controlador, se ha denunciado el obsoleto sistema de seguridad aplicado en este trazado de vía única, donde los controladores se comunican telefónicamente entre ellos para coordinar el paso de trenes de una estación a otra.
Permanecen hospitalizadas decenas de personas heridas, siete de ellas en condiciones graves aunque su vida no corre peligro, informaron los medios locales.