La subsecretaria italiana de Educación, Bárbara Floridia, consideró “excesiva e inapropiada” la decisión de la profesora que obligó a una menor de Verona (norte) a vendarse los ojos durante un examen en línea, por internet, un hecho que es objeto de una investigación y ha causado indignación en el país.
“Me sentí humillada; me acusaron de hacer trampas”, contó la adolescente, de 15 años, a sus compañeros al acabar el examen –digital por las restricciones de la pandemia– en el que su profesora de alemán la obligó a taparse los ojos con una venda por “hacerlo demasiado bien”, según recoge hoy la prensa italiana.
El suceso, que ya está siendo investigado por la Delegación Regional de Educación, ha sido criticado por Floridia, que consideró que “la cultura de la sospecha no es uno de los objetivos de la escuela”, mientras el secretario general de la Izquierda Italiana (SI), Nicola Fratoianni, lo tachó de “aberración” y felicitó a los estudiantes por “protestar y dar a conocer este suceso».
La Red de Estudiantes del Véneto denunció otros casos similares vividos por los alumnos durante el tiempo que llevan siguiendo sus clases a distancia por las limitaciones impuestas en la lucha contra la COVID-19. “De cara a la pared, pegados a la pantalla… Parece que una nota valga más que la dignidad”, se afirma hoy en el portal Verona News.
“Esta es solo la enésima manifestación de un sistema de calificación inadaptado y opresivo; la enésima prueba de que nuestro sistema educativo necesita reformarse radicalmente para que responda, por fin, a las necesidades de los estudiantes”, escribió el colectivo estudiantil en su página de Facebook.
La Delegación Regional de Educación del Véneto, dependiente del Ministerio de Educación, está investigando lo sucedido en el centro Montanari de Verona, cuya directora, Carmela Palumbo, se mostró cauta ante lo que considera un “comportamiento cuestionable».
A la vuelta de las vacaciones de Semana Santa, los colegios e institutos italianos abrieron sus puertas a todos los alumnos hasta los 14 años, incluso en las regiones de mayores restricciones, conocidas como “zona roja”, que aplican un confinamiento ligero. Sin embargo, deben seguir las clases a distancia los alumnos mayores de las zonas con alta incidencia del virus.