Roma.- El ministro italiano de Desarrollo Económico, Carlo Calenda, aseguró hoy que Italia pedirá a Bruselas «toda la flexibilidad posible» para poder tener margen de maniobra y reducir progresivamente y con reformas la deuda que acumulan las arcas del país y crecer económicamente.
Consciente de que Italia ha gozado ya de cierta flexibilidad por parte de la Unión Europea (UE), el ministro italiano afirma en una entrevista al diario «La Stampa» que el país seguirá pidiendo más para poder relanzar el crecimiento en su economía, debilitada por el alto endeudamiento y la situación de los bancos.
«La deuda no puede aumentar. Hemos obtenido ya mucha flexibilidad, intentaremos que se nos conceda de nuevo toda la posible, pero siempre dentro de las reglas», sostuvo Calenda.
«Estamos analizando con Europa cómo afrontar la necesidad de aumentar la inversión pública y privada», agregó, al tiempo que defendió que las «políticas expansivas son esenciales».
Para el exrepresentante de Italia ante la UE, el país tiene deberes que hacer, especialmente después de que ayer la oficina comunitaria de estadística Eurostat confirmara el estancamiento de su economía en el segundo trimestre del año con respecto a los tres primeros meses.
«Hay mucho que hacer en los ámbitos de la productividad, la innovación y la internacionalización», señaló Calenda.
Explicó que para incentivar la economía e impulsar su crecimiento, el Gobierno presentará en septiembre un plan de reformas centrado en tres pilares fundamentales: incentivos fiscales que favorezcan las inversiones, recursos a centros universitarios capaces de liderar la investigación y desarrollo en el ámbito de la tecnología, y un plan de banda ancha de internet.
Confirmó que, tras los recientes datos macroeconómicos, las previsiones del Ejecutivo sobre las cuentas públicas para 2016 serán modificadas en septiembre, algo que ya adelantó el viernes el Ministerio de Economía al subrayar que «será difícil conseguir el objetivo de crecimiento fijado en el 1,2 % para el 2016».
En relación a la cartera de créditos morosos que acumulan algunos bancos del país, Calenda rehusó contestar si Italia negocia con Bruselas alguna vía que permita inyectar dinero público en los bancos con dificultades, aunque sí puso de manifiesto que en anteriores ocasiones en países como España ha dado buenos resultados.
«Me limito a observar que sin lugar a dudas la limpieza en los balances realizada en el pasado por algunos países miembros con dinero público ha dado como resultado una gran ventaja competitiva. No ha ocurrido solo en España, sino también en Alemania, Holanda y Reino Unido», dijo.
Calenda se refirió así al hecho de que Bruselas proponga reforzar las entidades italianas más frágiles sin recurrir al dinero de los contribuyentes y sin contravenir las reglas europeas al respecto, que establecen que sean primero los accionistas, acreedores y depositantes los que asuman un posible rescate de una entidad en quiebra.
Finalmente, lanzó un mensaje a la UE para que deje atrás las políticas de austeridad, fomente «la inversión y el crecimiento» y reconstruya «la confianza entre la clase política» y la gente, para evitar así la proliferación del «populismo en todas partes».