El responsable de gestionar la emergencia de coronavirus en Italia, el militar Francesco Paolo Figliuolo, se ha fijado como objetivo incrementar el ritmo de vacunación en el país para inocular 500.000 dosis diarias y tener al 80 % de la población vacunada para septiembre. Así consta en su plan de vacunación, con el que busca lograr la inmunidad de grupo en el país lo antes posible, informó hoy el Gobierno en un comunicado.
El documento, elaborado en consonancia con el Plan Estratégico Nacional del Ministerio de Salud, se basa en una distribución eficaz y oportuna de vacunas, el aumento de las dosis diarias y de puntos de vacunación.
“La meta es llegar a la cantidad de 500.000 dosis diarias a nivel nacional, vacunando al menos al 80 % de la población en septiembre, triplicando así el promedio diario de vacunaciones en las últimas semanas, equivalente a unas 170.000”, se lee en la nota. Italia ha recibido ya 7,9 millones de dosis, que se duplicarán en las próximas tres semanas, y las autoridades esperan que lleguen otras 52 millones a fines de junio, y otras 84 millones antes del otoño.
Por el momento, se han inoculado 6.430.266 dosis y 1.922.072 personas están inmunizadas al haber recibido las dos que se necesitan. El plan del responsable de la emergencia prevé que se constituya una reserva de vacunas equivalente al 1,5 % aproximadamente de las dosis, para poder afrontar de forma inmediata necesidades inesperadas, dirigiendo recursos a las zonas con mayores contagios.
Se aumentará el número de personas que vacunan, con hasta 44.000 médicos generales más, 60.000 dentistas y hasta 23.000 médicos especialistas, y se podrá disponer, a través de acuerdos que aún tienen que cerrarse, de personal de la Federación Italiana de Medicina del Deporte, de médicos ambulatorios y de farmacéuticos.
De ser necesario, se contratarán más médicos y enfermeras de guardia, que se sumarán a los más de 1.700 ya operativos. Para favorecer este ritmo, se incrementarán los puntos de vacunación, pudiendo utilizar fábricas, áreas de distribución a gran escala, gimnasios, escuelas, y hasta estructuras de asociaciones y de la Conferencia Episcopal Italiana.
Finalmente, se ha habilitado una mesa permanente de diálogo con el comisario que gestiona la emergencia, Protección Civil y las autoridades regionales y locales para controlar diariamente el progreso de las actividades. A ella se podrán sumar otros colectivos si fuera necesario.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, ha señalado en numerosas ocasiones que Italia tiene que inocular con mayor rapidez las vacunas que recibe.
En los últimos días el país vive un repunte de contagios y a las autoridades italianas les preocupa especialmente la propagación de las variantes.
El Gobierno italiano aprobó el viernes un decreto para endurecer las medidas desde el 15 de marzo hasta el 6 de abril, y todas las regiones que tengan una incidencia semanal de 250 contagios por cada 100.000 habitantes pasarán a “zona roja”, un régimen de confinamiento blando con todas las tiendas no esenciales cerradas.
Al resto del territorio se aplicarán las restricciones de zona “naranja”, es decir, nivel intermedio, excepto a la isla de Cerdeña, que no tendrá casi limitaciones. Desde el lunes, diez regiones y la provincia autónoma de Trento estarán en confinamiento, y el resto en zona de riesgo intermedia, excepto Cerdeña.