ROMA, (AFP) – El poscomunista Giorgio Napolitano prestó solemne juramento este lunes como nuevo presidente de la República italiana, con lo que el futuro jefe de Gobierno de centroizquierda, Romano Prodi, tomará posesión de su cargo en pocos días.

“Juro ser fiel a la República y respetar lealmente la constitución”, declaró el nuevo jefe de Estado ante las cámaras reunidas en el Palacio de Montecitorio.El juramento fue acompañado por 21 salvas, disparadas desde una histórica colina de Roma.

En la mañana, Carlo Azeglio Ciampi, jefe del Estado italiano durante los últimos siete años, presentó su dimisión para que su sucesor pudiera prestar juramento ante el Parlamento.

En su discurso, el undécimo presidente de la República italiana prometió trabajar por la unidad del país, por relanzar la economía y los principios europeístas y citó indirectamente el escándalo que se desató en el mundo del fútbol por los partidos comprados.

“No voy a ser únicamente el presidente de la mayoría que me eligió. Voy a tener la mayor atención y respeto por todos, por todos los ideales políticos que ustedes representan. Dedicaré toda mis energías al interés general”, afirmó el nuevo jefe de Estado, quien fue elegido con los votos del centroizquierda para un mandato de siete años.

Según las estrictas reglas protocolarias, Napolitano, de 80 años, quien militó por más de 50 años en el Partido Comunista, se trasladó desde su domicilio a Montecitorio, sede de la Cámara de diputados italiana, donde recibió su investidura presidencial.

“Con profunda emoción tomo la palabra ante esta asamblea, donde pasé gran parte de mi vida política y donde aprendí el valor supremo de las instituciones representativas”, dijo con tono solemne Napolitano, quien vestía un sobrio traje azul oscuro y corbata azul con puntos blancos.

“Le llegó a Italia el momento de alternar dentro de la democracia”, afirmó el nuevo mandatario, al pedir “respeto, reconocimiento recíproco, voluntad de escuchar al adversario y tener una confrontación digna en el Parlamento”.

Europeísta convencido, Napolitano pidió que se relance la Constitución europea y elogió a Ciampi por su gestión “ejemplar”, lo que fue largamente aplaudido.

Napolitano se trasladó luego a la tumba del soldado desconocido, en el centro de Roma, acompañado por el jefe del gobierno saliente, el líder del centroderecha Silvio Berlusconi, y el alcalde de Roma, Walter Veltroni.

El presidente de la República empleó luego un vehículo descapotable de seis plazas para trasladarse al Quirinale, el palacio presidencial, donde Ciampi le cedió oficialmente el cargo.

Durante el trayecto estuvo acompañado por Berlusconi, quien se negó a comentar el discurso del primer poscomunista que llega tan alto en la historia de Italia.

El martes, tras una serie de consultas obligatorias a los responsables políticos, Napolitano encargará la formación del nuevo gobierno del país a Romano Prodi, en su calidad de líder del centroizquierda, el cual logró una estrecha victoria en las legislativas del 9 y 10 de abril sobre la coalición de Berlusconi.

Prodi, por su parte, precisó que la lista de los miembros del nuevo ejecutivo estará lista para mediados de semana.

Una parte de las carteras ya fue atribuida, si bien los ministerios claves de Defensa, Interior y Justicia siguen siendo motivo de discordia entre los partidos que componen la coalición de centroizquierda.

Una vez que su gabinete esté listo, Prodi deberá superar una última etapa antes de empezar a gobernar: el voto de confianza de diputados y senadores, que sellará todo el proceso, probablemente “el lunes o martes” próximos.