Itinerario.  El siglo XX parió nuevos libros

Itinerario.  El siglo XX parió nuevos libros<BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2013/08/561DCAB3-3B42-44D9-B7CA-168C5D8DCB32.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=210 data-eio-rheight=390><noscript><img
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La Historia es el testigo de los tiempos, la antorcha de la verdad, la vida de la memoria, el maestro de la vida, el mensajero de la antigüedad.» Cicerón

La Historia ofrece el medio mejor de preparación para los que han de tomar parte en los asuntos públicos.»  Polibio

La Historia sólo puede escribirse bien en un país libre.»  Voltaire

La historia de los grandes acontecimientos de este mundo apenas es algo más que la historia de crímenes.» Voltaire

¡Cuánta charlatanería se ha puesto en la Historia, sea asombrando al lector con prodigios, zahiriendo la malignidad humana o adulando a las familias de los tiranos con alabanzas infames!» Voltaire

Los pueblos y los gobiernos nunca han aprendido nada en la Historia ni han actuado de acuerdo con principios deducibles de ella.» Hegel

La Historia, al mostrarnos la vida de las naciones, no tiene nada que consignar salvo guerras y revoluciones: los años pacfícos aparecen tan sólo como breves pausas diseminadas aquí y allá.» Schopenhauer

Todo el mundo puede hacer Historia. Sólo un gran hombre puede escribirla.» Oscar Wilde

Es natural que el hombre ame a su país y a sus amigos y odie a los enemigos de ambos. Pero al escribir la Historia debe prescindir de tales sentimientos y estar dispuesto a alabar a los enemigos que lo merezcan y a censurar a los amigos más queridos y más íntimos.» Polibio

La primera ley es que el historiador no debe atreverse nunca a consignar lo que es falso; la segunda, que nunca se atreverá a ocultar la verdad; la tercera, que no haya en su obra la menor sospecha de favoritismo o de perjuicio.» Cicerón.

Los libros se sucedieron uno tras otro, casi sin descanso. A veces me pregunto cómo lo hice. Participé en dos proyectos colectivos junto a otros colegas y amigos. En el 2000, bajo la coordinación de José Rafael Lantigua, fui coautora del Siglo XX dominicano, un gran libro auspiciado por Codetel.  Frank Moya Pons escribió el balance económico; Juan Daniel Balcácer hizo el itinerario intelectual del siglo; Soledad Álvarez trabajó la literatura y a mí me tocó trabajar el balance político.  El libro tuvo gran éxito, incluso se hizo una versión popular. Este ensayo me permitió hacer una reflexión global sobre la historia política dominicana durante los 100 años del siglo XX, ver no solo los sucesos aislados, sino el proceso y sus tendencias.  Pude pensar en la larga duración, como lo llamaba la Escuela de los Anales.  Quedé conforme con el trabajo, y me sentí orgullosa de poder participar con ese grupo selecto de intelectuales. El otro libro colectivo fue un pequeño trabajo propiciado por el periódico El Siglo. Hice un artículo sobre Trujillo que titulé El gladiador vencido.  Hice algunos artículos publicados en revistas nacionales y algunas extranjeras, así como libros colectivos que fueron publicados a lo largo de los primeros diez años del siglo XXI.

Junto al amigo José Chez Checo hice mi primera incursión en la historia económica con el libro Historia General del Tabaco, en tres tomos. Tomo 1, Botánica. Usos y Comercio. De la sociedad taína a 1900;  tomo II, Renacimiento y Expansión, 1901-1961, y el tomo III Consolidación y crisis.  Finalizamos la investigación en el 2005, pero fue publicada en 2008, por el Grupo León Jimenes, luego de un acuerdo que se hizo con la Academia Dominicana de la Historia. La obra ganó el Premio de Historia en 2009.

Confieso que cuando el amigo me propuso que trabajáramos juntos tenía temor.  Nunca había trabajado historia económica, ni había leído sobre el tema del tabaco. Acepté la propuesta como un reto. Me dispuse a trabajar los archivos y lecturas e investigaciones diversas sobre estudios históricos de productos específicos. Hicimos estadísticas, tantas, que fueron publicadas en un CD porque tenían tantas páginas que sería el tomo IV.  La experiencia me gustó mucho. Este fue el inicio de una trayectoria de trabajo con el hermano colega. 

Junto a José Chez Checo he trabajado en otras obras. Hicimos juntos el libro “El Senado de la República, historia y porvenir”, en el que también participó Francisco Cueto. El libro fue publicado en 2006 por el Senado.  Lástima que su puesta en circulación fue en la transición de cambio del gobierno, por lo que no tuvo el impacto esperado a nivel de la opinión pública.  El libro fue distribuido entre los legisladores. En esta obra incursionamos en la historia oral, al entrevistar a diversos senadores que nos explicaron en detalle su participación en el mundo del Congreso.  El libro es un aporte, porque evidencia cómo el Congreso ha estado preso de los intereses políticos, no solo de los presidentes de turno, sino de las luchas internas de los partidos.  Legislar es sólo una tarea más. Lo importante para muchos legisladores ha sido la participación en la vida política de su grupo o facción, no necesariamente de su organización política. El trabajo evidencia también que el Poder Legislativo no ha sido un contrapeso del Poder Ejecutivo.

Este libro motivó al nuevo presidente de la Cámara de Diputados, el entonces diputado Julio César Valentín, quien nos solicitó, a José Chez y a mí,  que hiciéramos lo mismo con la Cámara de Diputados.  Por razones de salud, yo no pude terminar mi parte, que debía abarcar hasta el 2000. Decidimos publicar un primer tomo que fue titulado “Historia de la Cámara de Diputados. Tomo I, 1844-1978.”  Tenía el compromiso de completar el trabajo, y así lo hice.  A mediados de 2012 fue puesta a circular mi obra “Historia de la Cámara de Diputados. Tomo II, 1978-2000”.  Un elemento importante es que para el segundo trabajo utilicé como fuente las actas de las reuniones, lo cual aportó una visión diferente al tomo I y a la historia del Senado, cuya fuente principal fueron las referencias de la prensa escrita nacional.

La vida te lleva por caminos inesperados. He tenido la oportunidad de analizar la historia del siglo XX desde diferentes perspectivas: la política general, la institucional y la económica a través de un producto. Este siglo fue rico y todavía no ha sido analizado en todas sus vertientes. En sus cien años de vida, hay muchos elementos políticos que no han sido abordados. Hace falta, por ejemplo, hacer una historia profunda del pensamiento político, social y económico dominicano. Nos queda mucho por aprender y mucho por investigar.

mu-kiensang@pucmm.edu.do

sangbemukien@gmail.com

@MuKienAdriana

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