Iván García:
«El teatro es la razón de mi vida»

Iván García: <BR>«El teatro es la razón de mi vida»

POR MARIVELL CONTRERAS
Descubrir que este año Iván García Guerra cumple 50 años en el teatro es una tentación para querer saber más cosas acerca de lo que ha sido esta experiencia y cómo ha cambiado y evolucionado su vida a partir de este arte.

“¿Qué puedo decir? Que el teatro en República Dominicana tiene la misma edad que yo. Porque yo comencé bien temprano, en sus inicios, y he pasado por todas las etapas, del españolizante, en el que uno hablaba como los españoles correctamente, era un teatro bastante extremo solamente con gesto y voz”.

Eso fue hasta que descubrió junto a otros de su generación a Konstantin a Stanislavsky y empezaron a estudiar y a trabajar las verdaderas técnicas de expresión.

Dice que ha pasado por todas las técnicas y todas las etapas “comenzando por el realismo, naturalismo y después caer en el teatro, fantástico”. Lo que le ha permitido actuar para todos los públicos “desde el que le gusta un teatro muy formal, muy clásico, hasta el que le gustan los experimentos modernos, yo me he entrenado en todos y creo que tenido suerte”.

MC: Puede resumir su experiencia, ¿cómo ha sido? ¿difícil? ¿fácil? ¿Qué ha tenido que superar?

Iván: “Díficil en el sentido de que es un trabajo constante, muchas veces agotador si se toma en serio como me lo he tomado yo, o sea para mí cualquier proyecto por más corto que sea el personaje, por más insignificante que pueda parecer le doy el mismo tratamiento como si fuera el protagonista de la obra, me lo tomo muy en serio”.

Llegando al extremo de confundirse con el personaje y hasta perder su propia personalidad “mis víctimas han sido mi familia, mis hijos, mi esposa, porque cuando me toca hacer un personaje cínico, malvado, yo empiezo a ser cínico, malvado sin querer y no es que me lo proponga”.

MC: Qué suerte tiene su esposa porque tiene muchos maridos (Risas)

Iván: “Eso dicen mis hijos, ‘qué bueno es tener un padre diferente cada día’”.

MC: ¿Tiene predilección por algún personaje?

Iván: “Si, yo hago cualquier tipo de personaje, ahora confieso que los personajes que no son muy buenos son mejor que los muy buenos, porque a lo mejor yo tengo un temperamento, el mío, el de verdad es muy apacible, entonces no me cuesta ningún trabajo representar ese tipo de personaje, me surge y soy yo mismo en escena, pero cuando me toca un personaje, un cínico, un asesino, un malo, entonces yo tengo que crear, buscar dentro de mí toda la fuerza negativa que yo pueda tener -que la tengo obviamente- y entonces el placer es mayor y el cambio es mejor y el éxito para mí es mayor o sea poder representar algo que no se parece en nada a mí, a mi verdadero yo”.

MC: Siempre que hablo con un teatrero me dicen que el teatro es un veneno…

Iván: “Yo no lo llamo veneno para mí es un aliento vital, si Dios me depara y espero que no lo haga, tener que dejar de participar en teatro de alguna manera, ya sea como actor, director, como lo que sea yo creo que me moriría para mí esa es la razón de mi vida es lo que realmente me satisface, lo que me da alegría, lo que sé hacer mejor”.

MC: De estos 50 años cuántos de ellos ha podido vivir del teatro?

Iván: “Los últimos digamos, yo estoy viviendo del teatro más o menos 8 años, porque hasta hace 8 años yo vivía de la publicidad básicamente. De 9 años para acá tomé la decisión y le dije a mi familia prepárense que yo no sé lo que va a pasar. Me quedan menos años de vida y yo quiero aprovecharlo haciendo lo que a mí me gusta, entregarme a lo que yo creo y ellos lo entendieron, se asustaron pero lo entendieron y lo logré”.

“A través del teatro he logrado crearme una máscara que es la que yo muestro, mascara entiéndase que no es que yo mienta, sino en el sentido de que me atrevo a través de ella a ser yo”.

Iván se confiesa un hombre tímido en la cotidianidad de sus días y que solo es libre “en un escenario, allí soy capaz de cualquier cosa, de desnudarme, lo que sea, pero en mi vida privada soy sumamente tímido. a veces la gente piensa que soy odioso, porque a veces yo digo buenos días por educación y más nada, y no puedo decir más”.

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