París, 31 mar (EFE).- La oposición de izquierdas pidió hoy «solemnemente» al presidente galo, Jacques Chirac, que retire el Contrato de Primer Empleo (CPE) en un manifiesto conjunto publicado a pocas horas de que éste se dirija a los franceses por televisión.

Once partidos y organizaciones de izquierdas se reunieron en la Cámara de los diputados para anunciar su declaración conjunta, en la que demandan «solemnemente a Jacques Chirac la retirada del CPE para iniciar negociaciones con los sindicatos y luego volver (con un nuevo texto) al Parlamento».

Según el último sondeo, la promulgación del CPE, que permite el despido sin justificar de los menores de 26 años durante los 24 primeros meses de prueba, sólo la desea el 6 por ciento de los franceses.

Con sólo un 20% de opiniones favorables -la peor popularidad jamás cosechada por un presidente de la V República-, Chirac se asomará a la pequeña pantalla a las 20.00 locales (18.00 GMT) para marcar la «hoja de ruta» del CPE después de que ayer fuese validado, sin reservas, por el Consejo Constitucional.

   Tras el dictamen de los «nueve sabios» del Consejo, el margen de movimiento de Chirac se limita únicamente a dos posibilidades: promulgar la ley o devolverla al Parlamento para que sea revisada.

   Fuentes de su entorno y parlamentarias afirman que optará por la primera, esto es, por la promulgación rápida de la ley de igualdad de oportunidades, en uno de cuyos artículos se inscribe el CPE.

   Frente a la presión de la calle, Chirac apostará por afirmar la autoridad del Estado y por no desautorizar a su primer ministro, Dominique de Villepin, opuesto tajantemente a que «su» CPE vuelva al Parlamento, lo que equivaldría al enterramiento de la medida.

   A sólo un año de las elecciones presidenciales, una dimisión de Villepin podría reabrir el debate sobre un adelanto electoral.

   Promulgar la ley sería «un golpe de fuerza inaceptable» de Chirac, advirtió hoy la oposición de izquierdas en su manifiesto, y más aún «conociendo las condiciones excepcionales de su elección en 2002».

   Los firmantes aludían a que Chirac renovó su segundo mandato presidencial con más del 80% de los sufragios gracias al frente común de todos los demócratas para cerrar el paso al Elíseo del ultraderechista Jean-Marie Le Pen.

   Aquello fue un seísmo, pero legislar en contra de la calle, además de un «suicidio electoral» para la derecha, puede agravar la fractura cívica y la crisis social y política, advierte hoy en su editorial el diario de izquierdas «Libération».

   Precisamente, para mantener viva la presión de la calle contra el CPE los firmantes del manifiesto llamaron a los franceses a participar en la quinta jornada de acción, con manifestaciones y huelgas, convocada por los sindicatos de trabajadores y estudiantes para el próximo martes, y «en todas las iniciativas» posteriores.

   Se espera que la movilización contra el CPE, el próximo 4 de abril, gane intensidad y supere el récord alcanzado el martes pasado, cuando entre uno y tres millones de personas, según las fuentes, se manifestaron en las 135 marchas celebradas en Francia, lo que retrotrae a las históricas movilizaciones de 1968.

   Entonces Chirac era un joven secretario de Estado de Empleo y vivió en primera línea el éxito de Georges Pompidou, que era primer ministro del general Charles de Gaulle, al sacar adelante los acuerdos salariales de «Grenelle», considerados como modélicos.

   Se espera que Chirac ofrezca hoy a los todos los agentes sociales un «Grenelle por el empleo» que permita llegar a acuerdos para retocar el CPE, pero con proyectos de ley.

   En ese foro se debatiría además sobre las formas de combatir la lacra del paro, que, según los datos publicados hoy, azota al 22% de los menores de 25 años, al 8,8% de los que tienen de 25 a 49 años y al 6,6% de los de 50 y más.

   Esa oferta, de producirse, cuenta ya con el «no» de los sindicatos. EFE