Izquierda regresa al poder

<p>Izquierda regresa al poder</p>

MANAGUA (AP) _ El líder sandinista Daniel Ortega asumió el miércoles como presidente de Nicaragua tras casi dos décadas de dejar el poder y con la promesa de combatir la pobreza ante miles de simpatizantes y varios líderes de la izquierda latinoamericana.

Ortega, de 61 años, recibió la banda presidencial de parte del jefe de la Asamblea Nacional, René Nuñez, tras haber jurado obediencia a la Constitución.

El sandinista que impuso un férreo régimen izquierdista en la década de los años 80 luego de liderar una revolución que derrocó la dictadura de Anastacio Somoza ahora llega con un mensaje de reconciliación y de mantener buenas relaciones con Estados Unidos, un antiguo enemigo durante la Guerra Fría.

La ceremonia de investidura, que comenzó con un acto cultural de música y teatro, se efectuó en la Plaza de los No Alineados Omar Torrijos, a escasos metros del Legislativo y de un edificio que le servirá de Casa Presidencial con más de una hora de retraso.

Ortega, que vestía una camisa blanca, tomó sus primeras medidas al nombrar su gabinete y juramentar a los jefes del ejército y de la policía, que según él «vienen de la revolución del 19 de julio’’ de 1979’’.

Además, firmó un decreto que crea una «Medalla por la Unidad Latinoamericana’’, que impondrá a los presidentes e invitados especiales al acto.

Mientras tanto, miles de sandinistas que portaban banderas rojinegras se congregaron en la Plaza Juan Pablo II donde esperaban oír el mensaje del nuevo mandatario y celebrar el acontecimiento con una gran fiesta popular.

Entre los asistentes al acto estuvieron líderes izquiedistas latinoamericanos como los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela; Evo Morales, de Bolivia; el mandatario electo de Ecuador, Rafael Correa, y el vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura.

También asistieron el presidente de México, Felipe Calderón; el mandatario de Taiwán, Chen Shui Bian; el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón; el secretario norteamericano de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Thomas Shannon; el presidente de Colombia, Alvaro Uribe; el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza y varios líderes centroamericanos, entre otros.

Ortega ganó las elecciones de noviembre pasado con un 38% de los votos para un período de cinco años.

El sandinista parte su gobierno con una promesa de Estados Unidos de querer trabajar con él, que le fue comunicada por el secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Michael Leavitt, quien está a la cabeza de la delegación de Washington.

Pero Ortega también se apresta a firmar el jueves un acuerdo de cooperación con Chávez, tenaz adversario de Washington, quien se quedará un día más en Managua para firmar el convenio y reunirse con sus colegas de Nicaragua y Bolivia.

Miles de nicarag_enses que no votaron por él están a la expectativa respecto a cuáles serán sus medidas para cumplir su mayor promesa de acabar con la pobreza sin caer en la política de su gobierno anterior que arrastró al país a la bancarrota.

Diputados del nuevo legislativo advirtieron a Ortega en la víspera, «no dejarse tentar por inclinaciones totalitarias’’ y «no retroceder ni un centímetro el proceso democrático’’ del país iniciado en 1990 por la presidenta Violeta Barrios de Chamorro, luego de que Ortega dejo el poder tras perder las elecciones.

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