J. Ferreira, yo y los micrófonos ¡con don Juan!

J. Ferreira, yo y los micrófonos ¡con don Juan!

En el título lo que he pretendido significar es que cuando  el gobierno del profesor  Bosch, en 1963, en las transmisiones donde presente estuvo el democrático mandatario, ahí estuvimos Jahr Ferreira y quien rememorando está. En mi beneficio tengo que referir lo siguiente: Cuando se juramentó don Juan, en la radioemisora estatal, ya convertida en “Radio Santo Domingo Televisión”, yo llevaba quince años.

En esa empresa nombrados fueron como director general el periodista Julio César Martínez Sobá y como subdirector el locutor Víctor Manuel Fourment Uribe.

Furment Uribe requirió mi presencia para comunicarme que yo quedaba desde ese día al frente del Departamento de Locutores.

Y que tenía que pedir la cancelación de los locutores Juan Altagracia Bruno Pimentel, jefe del departamento. Así como la del secretario del departamento Manuel Antonio Rodríguez (Rodriguito).

Mi inmediata reacción fue responderle, que ese cargo yo no podía desempeñarlo. No podía aceptarlo con esa imposición. Entonces en el puesto que rechacé nombrado fue un compañero de muy buena ley y de cabal capacidad, Jahr Ferreira, que hasta latín sabía hablar. Y ocurrió que a cada una de las transmisiones donde presente iba a estar el primer mandatario, el caballeroso compañero Ferreira me llevaba como su acompañante.

Respecto a eso publiqué ya hace bastante tiempo, que el 30 de marzo del 1963, con los micrófonos instalados en el antiguo “Fuerte Dios”, llamado “Parque Imbert”, para conmemorar el ciento diecinueve aniversario de la gloriosa gesta del 30 de marzo de 1844, presente se encontraba el Primer Magistrato de la nación. Haciendo uso de la palabra Don Juan se refirió a la importancia de esa épica jornada liberatriz.

Y al mencionar al general triunfador José María Imbert, hizo alusión a la brillante coincidencia de él tener a su lado, a un descendiente directo del triunfador del 30 de marzo de 1844. Destacando que quien a su lado se encontraba también era un héroe de la patria.

Porque quien a su diestra se hallaba era el general Antonio Imbert Barrera, uno de los gloriosos tiranicidas del inmortal 30 de mayo de 1961.

Continuó Don Juan desarrollando su edificante pieza oratoria. Y cuando llegó a la injusta tenencia de la tierra, señalando que el PRD en el poder tenía por delante, la obligatoria solución de ese gravísimo problema, constituído por la inmensidad de campesinos sin tierra.

Ahí acaeció que un mozalbete montado en la mula corcoveadora de la insolencia gritó de voz en cuello: “¡Mentira suya, aquí la Reforma Agraria, la va a  hacer el Catorce de Junio. “Don Juan se silenció y se puso con el rostro rojo como un “Jitomate  mexicano”. La suerte,  que el recordado compañero Ferreira, quien pasó muchos años en el “Seminario Conciliar”, con una alocución quasi-clerical, 1ogró la disipación. Y  el señor presidente prosiguió su discurso del 30  marzo de 1963 en la ciudad del Yaque.

Para concluir lo hago evocando dos transmisiones importantes, donde presente estuvo don Juan. Una fue en 21 Congreso Nacional, poniendo en vigencia la avanzada y civilizada Constitución del 1963. Y la otra en el Teatro Nacional o en Bellas Artes, cuando el maestro Pablo (Pau) Casals, que se había negado en Europa a tocar para el führer Adolfo Hitler. Ya viejo vino aquí a tocar, para el demócrata Don Juan Emilio Bosch Gaviño.

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