POR DIEGO PESQUEIRA
El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa, lamentó ayer que en algunos tribunales del país se dicten sentencias que «son espanto y vergüenza» y afirmó que la sociedad se resiente cuando se dicta un fallo cuestionado. «Lamentablemente se están dando situaciones que realmente son de espanto y de vergüenza muchas de las sentencias que están dictando nuestros tribunales en los últimos tiempos», precisó Subero Isa.

La afirmación del presidente de la Suprema se produjo luego que la Tercera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional descargó a todos los implicados en el expediente del Plan Renove, donde se acusa a un grupo de ex funcionarios y dirigentes choferiles de una alegada estafa millonaria.

Los favorecidos con la sentencia son Fabio Ruiz Rosado, Pedro Franco Badía, Casimiro Antonio Marte Familia, Alfredo Pulinario Linares (Cambita), Freddy William Méndez, Paulino Antonio Reynoso, Blas Peralta, Francisco Antonio Pérez, Milciades Amaro Guzmán y Gervasio de la Rosa, quienes habían sido condenados la noche del 17 de octubre del año 2005.

Subero Isa habló en estos términos al recibir en  donación 500 ejemplares de la Ley 146-02 sobre Seguros y Finanzas de la República Dominicana de manos del presidente de la Cámara Dominicana de Aseguradores y Reaseguradores (CODOAR), Juan Garrigó, en acto celebrado en el salón multiuso de la Suprema Corte de Justicia.  

Dijo que a la hora de dar un veredicto deben primar la sabiduría y la razonabilidad en los magistrados, tras exhortar a los jueces a alejarse del amiguismo y de la politiquería por entender que esos intereses forman parte de la corrupción. 

Estimó que el país tiene buenas leyes y mejores códigos, pero admitió que el problema para una buena la impartición y administración de justicia no esta una plataforma legal por la cual se pueda transitar, sino esta en la calidad, en la capacidad, en la diligencia y en la competencia de los jueces, que son los llamados aplicarla.

Al referirse a los casos conocidos bajo la Ley 146-02, sobre Seguros, estimó que llego la hora de que los jueces dominicanos entiendan que deben ajustarse las indemnizaciones al daño real y efectivamente.

«No puede haber un desbordamiento, exceso de indemnización cuando el daño no se corresponde realmente con la magnitud de las indemnizaciones», dijo.

A juicio de Subero Isa su intensión es llamar a los jueces que tiene que ver con la materia de seguro que al momento de imponer una indemnización lo hagan de manera razonable.

Recordó a los jueces que la dirección de Carrera Judicial toma muy en cuenta, cual es la suerte final del proceso para evaluar el desempeño o sea cuando la Suprema casa una sentencia dictada por un juez.

«Tomamos en cuenta siempre la evaluación del desempeño para la promociones de los jueces», precisó.

Admitió que muchas veces los jueces se descuidan al dictar sentencia, sin motivarla de manera suficiente y en otras ocasiones muy distante o muy alejada de la realidad social en que vive el país. «No solamente en el área de seguro al desproporcionalidad entre la realidad que vive el pueblo dominicano y las decisiones que se toman», aseguró.

Dijo tener la impresión de que de una sentencia se puede derivar si hay corrupción o no.

«La corrupción nadie da un recibo del primero que recibió la corrupción, nadie recibe un cheque certificado con la corrupción. La corrupción se manifiesta de diferente manera: el amiguismo, la politiquería, los sentimientos partidarios forman parte de la corrupción, en eso no escapa el área del seguro», agregó.

Sostuvo que en el área del seguro se debe tomar en cuenta que el seguro no es una fuente de enriquecimiento, sino una vía de resarcir los daños que sufre una persona, ya sea por la pérdida de un ser querido o ya sea por la pérdida de un bien.

«Sin embargo, muchas sentencias dictadas por nuestros tribunales desbordan los limites porque sin ningún criterios aplican indemnizaciones que realmente van más allá, no solamente del daño sufrido sino también de las posibilidades de pagar», dijo.

Manifestó que los límites de las compañías y de los asegurados en el país son bajos.

Manifestó que por esta razón asegurados que han tenido que vender sus casas para poder cubrir la deuda derivada de un accidente de tránsito.