El pasado lunes se produjo en el programa Impacto Deportivo que conduce el exitoso periodista Franklin Mirabal por la emisora Rumba FM, un interesante debate acerca de la medalla conquistada por el boxeador Félix Díaz en los Juegos Olímpicos de Beijing y sobre el futuro de dicho atleta al pasar al profesionalismo.
Digo que fue interesante, primero, porque el público se interesó por el tema y, segundo, porque hubo opiniones diferentes acerca del laureado boxeador dominicano.
El periodista Franklin Núñez, conocedor y talentoso hombre de boxeo, actualmente Comisionado de ese deporte, mantiene que la medalla de Díaz en Beijing fue fruto de un gran trabajo realizado por ese muchacho.
Quien escribe afirmaba que independientemente de lo bueno o lo malo que fuera el atleta, ese triunfo fue fortuito.
Aunque Mirabal insistía en que yo dijera que fue un chepazo. Ciertamente, por lo fortuito que fue su inclusión y participación en esos juegos es que pienso que, como quería Mirabal que yo dijera, también se puede calificar que fue un chepazo.
Aunque sea duro decir que un hombre que gane cinco peleas en un evento en que gane el oro, puede ser producto de un chepazo.
¿Dónde está mi fundamento?
Bueno, él nunca fue favorito de la Federación de Boxeo, al extremo que cuando los periodistas le preguntaban al señor presidente de la Federación de Boxeo, ingeniero Bienvenido Solano ¿dónde estaban cifradas las esperanzas de medalla en boxeo?, respondía que en las figuras de Payano y de Argenis Reyes, entre otros, nunca de Díaz. Según tengo entendido, Díaz, a pesar de haber clasificado, fue incluido para completar el equipo de boxeo, nunca estuvo en los planes originales, no sé las razones.
El hecho de que un atleta clasifique para un evento, necesariamente (léanme bien), necesariamente tiene que ir a la justa de que se trate, el factor principal para esto es el económico y las posibilidades reales de que el atleta pueda ganar aun clasificando. De ninguna manera se le puede restar mérito a ese triunfo, porque él ganó su medalla peleando de verdad pero, la realidad, fue un chepazo que él estuviera en ese viaje sin ser tomado en cuenta para ganar esa división. En cuanto a su futuro como profesional, ya veremos sus resultados, él es un hombre al que no le gusta mucho el gimnasio y estará en un peso bastante difícil para él, pelear en las 140 ó 147 es duro. Además es un guardia equivocada (zurdo) y en el mundo existen muy pocos campeones izquierdos.
Yo no tengo nada personal contra Félix Díaz. He dado una opinión muy personal. Pero esperemos.