El Golden Boy, Oscar de la Hoya, acaba de darle fin a una exitosa carrera que lo llevó a convertirse, en un momento, en el  mejor y más carismático boxeador del mundo.

Oscar  revolucionó el boxeo

Este peleador estadounidense de origen mexicano  dio una imagen refrescante, con un rostro que atraía al sector femenino.

Generó un buen comportamiento.  Fue ejemplo para la juventud, pero  al final de su carrera se vio metido en un extraño lío en el que salía con prenda de vestir femenina. 

El pasado martes, en una información que sorprendió a todos, aunque hace tiempo debió hacerlo, el campeón dijo “no más”.

No hay dudas que De la Hoya  llenó toda una época y su valor es mayor, porque surgió cuando el boxeo perdía sus principales figuras.

Fueron 17 años tras los cuales De la Hoya combatió desde las 130  a las 160 libras, 

A pesar de la tristeza que le invadió durante el anuncio de su retiro  dijo que su carrera estuvo llena de magia.

Y así fue, pese a sus seis derrotas  logró unos seis títulos mundiales y acumuló una gran fortuna.

De la Hoya se retira joven y con dinero, con fama y con una soberbia influencia en el  negocio del boxeo.

El archifamoso pelador logró la medalla de oro en los Juegos de Barcelona.

Desde entonces  acumuló cada día éxito en su carrera que se vio un poco manchada por figurar en unas fotos vestido de mujer

Lo que hizo muy bien.    

A pesar de que muchos analistas podrían estar en desacuerdo conmigo, creo que Oscar dio el mejor paso de su vida.

Sale de un deporte criminal y sale justamente a tiempo que aparentemente se ve y aparenta estar sano.

¿Qué buscaba este muchacho en el ring?, a mi juicio, la muerte o una lesión permanente.

Si fue él que decidió no seguir peleando, lo felicito, porque ya no podía seguir sacrificándose para bajar de peso.

Lo  felicito, además,  porque dejará de coger golpes, castigo innecesario, siendo un hombre realizado con dinero, amor y salud.

Obligatoriamente tenemos que colegir que el boxeo pierde una  de sus  grandes figuras.

Sin embargo,  nos alegramos de tenerlo entre los vivos y no muerto en boxeo.

Ojalá que algunos peloteros y boxeadores de la República Dominicana se animaran a retirarse.

Y es que de ese modo no tendrían que seguir payaseando en el deporte  que les dio brillo. ¡Bien por Oscar!

Fue una decisión acertada.

Entiendo que lo hizo en el momento preciso.