Jacqueline Montero, de las mujeres electas como diputada del PRM por Haina en elecciones de 2024. (Fuente externa).
Jacqueline Montero, presidenta del Movimiento de Mujeres Unidas (MODEMU) y exdiputada, este viernes durante la celebración del XIV Congreso “De Oruga a Mariposa”, hizo un llamado a las autoridades de abordar la violencia contra las mujeres de una manera integral.
La exdiputada afirmó que con la eliminación de la violencia hacia las mujeres “permitiremos el avance de nuestro mayor recurso para el desarrollo: madres, legisladoras, negociadoras, maestras, doctoras, policías, y muchas más. Pero, sobre todo debe haber una movilización social donde cada persona asuma su responsabilidad en prevenir y eliminar este flagelo, para poder construir una sociedad en la que nadie se quede atrás”.
Montero dijo que la violencia que experimentan las mujeres en nuestro país debe ser abordada, con una visión integral, reconociendo la raíz del problema en las desigualdades de género, tal y como lo establece la Agenda 20130.
En cuanto a la desigualdad de género, la ex diputada expusó las desventajas que experimenta el sexo femenino en el área laboral.
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Montero expresó que datos estadísticos en nuestro país muestran que todavía las mujeres tienen menos oportunidades de acceso a los trabajos remunerados y a puestos de toma de decisión.
También dijo que “las mujeres dedican tres veces más horas que los hombres a trabajos por los que no reciben ninguna remuneración ni reconocimiento, y son las mujeres, casi exclusivamente, las responsables de que todas las personas sean atendidas y cuidadas en todo su ciclo de vida”.
De igual forma, Montero entiende que estas desventajas no conoce límites económicos, geográficos o culturales es la violencia física contra las mujeres.
“El precio más alto que pagan las mujeres por causa de la violencia es su propia vida. El feminicidio corresponde a una larga cadena de maltratos y agresiones provocados en la mayoría de los casos por parejas o exparejas de las víctimas, atravesando varios tipos de violencia, lo cual constituye un atentado contra el derecho a la vida, la seguridad ciudadana, la libertad, la dignidad y la integridad física y psicológica de las mujeres víctimas y sus familias”, afirmó la ex diputada.